El bizcocho de vino blanco se caracteriza por tener un sabor y aroma muy delicado; además, su miga es suave, esponjosa y combina con gran cantidad de rellenos y merengues.
Este dulce es perfecto para un agasajo, pero también para acompañar el té. Con un aroma dulce y delicado, el mismo será una verdadera delicia a la que será difícil resistirse. Anímate a conocer esta receta y cambia la manera de disfrutar de un rico y sencillo postre.
3Tamiza la harina
Cuando tengas las yemas y claras separadas, toma la harina y pásala por un tamiz o por un colador junto a la pizca de sal y el polvo Royal. Tamizar la harina, ayudará para que esta quede perfectamente libre de cualquier suciedad o partícula; además, la dejará más aireada y ligera.
Además de tamizar la harina, algo que debes tener listo es el molde. Toma un molde de unos 36 cm y engrásalo con un poco de aceite en spray o coloca papel vegetal para evitar que se pegue.
Con las proporciones de ingredientes indicadas, dará para un molde de 36 cm, pero puedes ajustar las cantidades y hacer el bizcocho más grande o pequeño.