Con el avance de las tecnologías es muy raro no ver en algún supermercado una caja de autocobro. Éstas son las que no necesitas de una persona física para poder cobrar todo lo que has comprado sino que pasas los códigos de barras por un sensor y automáticamente va calculando el precio total de la compra. Luego solo tienes que elegir un método de pago que normalmente es con tarjeta y listo. Sin embargo, muchas personas están empezando a desconfiar.
5¿Cómo puedes saber qué cliente es un ladrón y cuál no?
Este es el mayor problema de las cajas de autocobro. Muchas personas deciden utilizarlas porque ahorran mucho tiempo, pero hay otras personas que las utilizan específicamente porque saben que pueden evitar ciertos gastos cometiendo hurto.
El problema viene cuando un cliente realiza su compra con normalidad y luego termina recibiendo una notificación por un supuesto caso de hurto cuando realmente fue la máquina la que cometió el error.