Las patatas fritas son uno de los alimentos preferidos de los chicos y los no tan chicos. Son sumamente sencillas de hacer, sin embargo, muchas veces no quedan crujientes, o por lo menos, no como uno quisiera. En este artículo te contaremos un truco para que logres conseguir la textura y el sabor cómo si estuvieran hechas en un restaurante de primer nivel. La idea es que no estén ni muy cocinadas, ni demasiado aceitosas, pero si súper crujientes. ¡Quédate y toma nota!
2Un truco que pocos conocen
Si elegimos una variedad de patatas que tengan mucha cantidad de azúcar, lo que sucederá es que las mismas tomen un color marrón y tiendan a caramelizarse. Por otro lado, si poseen un exceso de almidón, podrá ocurrir que las mismas se ablande por demás, debido a que absorben una gran cantidad de aceite cuando se las están cocinando. Para evitar que esto suceda, aunque muchos no lo crean, el truco está en emplear vinagre. Este compuesto retrasará la descomposición de la pectina manteniéndola en la patata mientras la cocinamos.