Esta Santa tuvo la voluntad y la fuerza para formar la Orden de las hijas que lleva su nombre, entre cuyas principales obligaciones se encontraba atender a los ancianos, aunque ello supusiera exponerse al hambre, al frío y a la soledad. Teresa es un nombre bastante común en España, así que si conoces a alguna, que no se te vaya a olvidar felicitarla el día de hoy.
Santa Teresa de Jesús
La figura que más se destaca en el santoral que corresponde al día 26 de agosto es la de Santa Teresa de Jesús Jornet, una monja española que pudo fundar en el año 1973 la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en Barbastro. Santa Teresa de Jesús Jornet nació el 09 de enero del año 1843 en Aitona, Valencia, y falleció el 26 de agosto de 1897 en Lérida, Valencia. Tuvo los recursos suficientes para irse a estudiar el magisterio en la ciudad condal, aunque años más tarde pidió ser admitida por la orden de las hermanas clarisas de Briviesca, cerca de la población de Burgos, no pudiendo impedir por causa de las leyes que imperaban en aquellos años.
En ese momento, Santa Teresa de Jesús decide hacer carrera en la enseñanza y convertirse en hermana carmelita, pero luego de que su padre falleciera, sufrió de una enfermedad que la obligó a permanecer en su casa por un tiempo. Fue Saturnino López Novoa, que a la sazón era el canónico de la población de Huesca, y su director, quien le indicó el camino que debía seguir, para que fundara un proyecto cuya finalidad fuera amparar a los ancianos sin familia y sin recursos económicos. Fue entonces cuando Santa Teresa de Jesús fundó la Orden de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en Barbastro, con la asistencia de otras jóvenes y de una hermana suya de nombre María,
Fue entonces cuando, exponiéndose al hambre, al frío y a la total soledad, esta congregación comenzó su labor de darles cobijo y aliento a los ancianos que permanecían hasta ese momento en las calles, sin ayuda y sin sustento. Santa Teresa Jesús aprendió cuando estuvo con las carmelitas una devoción incondicional por la Virgen María, y de las clarisas aprendió el amor hacia los pobres. Hubo aun así gente que la criticaba por dedicarse a las actividades más humildes, a lo cual ella respondía: «No hay nada pequeño cuando se trata de la gloria de Dios». Cuando le decían que emprendía obras con un atrevimiento casi temerario, sonreía diciendo: «Mientras más pobres haya, habrá más bienhechores».
Lamentablemente, su salud muy resentida no resistió el ritmo de vida que Santa Teresa de Jesús llevaba y cuando volvió la enfermedad, tuvo que retirarse a Liria, Valencia, esperando que el buen aire pudiera devolverle la salud. Murió allí, el 26 de agosto de 1897, pero dejó instalados 103 asilos de su orden en España y en América. El 27 de abril de 1958 el Papa Pío XII la beatificó y fue canonizada en 1974 por Pablo VI.
El 26 de agosto no se recuerda únicamente a Santa Teresa de Jesús, sino que el santoral católico se completa con San Alejandro de Bérgamo, San Anastasio batanero, San Eleuterio de Auxerre, Santa Juana Isabel Bichier des Ages, San Maximiliano de Roma,San Melquisedec Rey, San Víctor de Mauritania, Beato Ambrosio Valls Matamales, Beato Ceferino Namuncurá, Beato Félix Vivet Trabal, Beato Jacobo Retouret, Beata Lorenza Harasymiv, Beata María de Jesús Crucificado Baouardy y Beato Pedro Mas Ginestar.