La vicealcaldesa de València, concejala de Desarrollo y Renovación Urbana y alcaldesa en funciones de la ciudad, Sandra Gómez, ha reiterado este miércoles que defiende para la capital valenciana una tasa turística que grave aquellas actividades del sector que no generan impacto económico en este destino, que no creen empleo y que conlleven «externalidades negativas como la contaminación». Así, ha repetido su idea de una tasa turística destinada por ejemplo a los cruceros o los apartamentos turísticos. La también portavoz socialista en el consistorio valenciano y secretaria general del PSPV-PSOE en València ha apostado por una tasa turística de carácter «municipal, para que cada ciudad, cada ayuntamiento» decida si la aplica y cómo lo hace.
De este modo, ha descartado «una tasa lineal» para «todos los municipios», dado que «cada destino es distinto». Gómez se ha pronunciado de este modo durante su vista, junto al concejal de Deportes, Javier Mateo, al CEAR de Judo, que reúne a judokas de 30 países en el València Judo Olympic Training. En el Ayuntamiento de València, dirigido por el ejecutivo de coalición que forman Compromís y PSPV, hay un acuerdo de gobierno sobre la tasa turística por el que esta se aplicará en la ciudad cuando el sector recupere los niveles previos a la pandemia de la Covid-19.
«Defiendo para mi ciudad una tasa que grave aquellas actividades turísticas que no generan un impacto económico o un impacto más limitado, que no generan empleo y que generan externalidades negativas como la contaminación», ha expuesto la responsable municipal. Asimismo, ha planteado, como ha hecho «en diversas ocasiones», que «finalmente ha salido hacia adelante la propuesta que hizo el Partido Socialista, tanto a nivel autonómico como principalmente en la ciudad» de València para que esta sea «una tasa municipal» con el fin de que «cada ciudad, cada ayuntamiento, decidiera si en primer lugar la aplicaba y en segundo lugar, cómo la aplicaba».
«Desde ese punto de vista creo que la ciudad tiene capacidad y debe aplicar la tasa turística pero para gravar aquellas actividades turísticas que no generan empleo o que además generan externalidades negativas», ha precisado la vicealcaldesa. «Por ejemplo, defiendo y propongo que la tasa turística en València se aplique a los cruceros porque es un tipo de actividad que genera poco impacto económico» y que «genera una externalidad negativa de contaminación que obviamente tiene que ser compensada con una tasa turística», ha agregado.
Igualmente, ha apuntado la posibilidad de implantarla «en el caso de los apartamentos turísticos, un tipo de alojamiento que no genera empleo o que no tiene un impacto económico en el mercado laboral tan importante como puede tener un hotel». «Ese es el modelo que nosotros defendemos desde el Partido Socialista. No estábamos a favor de aplicar una tasa lineal a todos los municipios ya que cada destino es distinto y cada ciudad sabe qué actividades turísticas es mejor gravar o qué actividades turísticas es mejor dejar exentas», ha explicado Gómez, que se ha mostrado «satisfecha con el resultado final».