El ahorro de gas natural se ha convertido en una de las políticas centrales de la Unión Europea desde hace unos meses y no es de extrañar el por qué. El gas natural es una materia prima fundamental para el normal funcionamiento de la industria y la maquinaria productiva europea: sus usos abarcan desde combustible para calderas y sistemas de calefacción domésticos e industriales, combustible para automóviles, camionetas, buses y otros vehículos o combustible para la producción de electricidad en centrales termoeléctricas hasta materia prima para la producción de plásticos y químicos o fertilizantes nitrogenados utilizados en cultivos de todo tipo de alimentos. Por esto, y dada la situación actual de confrontación con Rusia, que es la mayor proveedora de gas natural de los países de la Unión y la que se le han impuesto desde Occidente estrictas sanciones económicas a causa de la invasión de Ucrania, la disponibilidad de gas natural en Europa en abundancia y a precios reducidos podría estar en entredicho a partir de Septiembre.
Desde Bruselas ya se legisla teniendo en cuenta el peor de los escenarios: un corte total del suministro de gas natural desde Rusia en algún momento a partir de este otoño, lo que podría arrastrar a gran parte de las economías europeas (y especialmente a Alemania que depende enormemente del suministro de gas ruso) a la recesión económica, el parón industrial y a un agotamiento parcial o total de las reservas de gas hacia el mes de Febrero. Por esta razón, desde Europa se está haciendo hincapié en la necesidad de ahorrar gas este verano para aumentar el nivel de reservas de cara al invierno, que en España se encuentran actualmente en el 80%.
Algunas de las medidas que se están promoviendo desde Bruselas incluyen la reducción de la intensidad del alumbrado público de las ciudades, el apagado de semáforos por las noches o el racionamiento del agua caliente que ya se está planeando aplicar en ciudades como Hamburgo a partir de Septiembre. Otras medidas están destinadas a promover el ahorro de gas por parte de los ciudadanos mismos a través del uso responsable de sus sistemas de climatización y calefacción domésticos. Entre otras, algunas de las acciones de ahorro que los ciudadanos pueden llevar a cabo a través de estos sistemas incluyen:
-Establecer el termostato del aire acondicionado a una temperatura no inferior a 27 grados en verano y no superior a 19 grados en invierno.
-En sistemas de calefacción por gas (calderas), fijar el termostato a no más de 21 grados, idealmente entre 19 y 21 grados durante el día y entre 15 y 17 grados de noche, de esta forma se garantizará un consumo de gas óptimo. Recordar que por cada grado adicional que se suba el termostato, el consumo de gas va a ser entre un 7% y 10% mayor.
-Dejar el grifo en posición de agua fría, así al abrirlo no se conecta directamente el termo, la caldera o el calentador de gas.
-Purgar los radiadores para eliminar aire en el interior que pueda impedir la correcta transmisión de calor dentro de los mismos y realizar mantenimiento preventivo a la caldera antes del comienzo del invierno, asegurándose de eliminar la suciedad, polvo y cualquier desecho que pueda dañar la eficiencia de la combustión en la misma y causar un consumoexcesivo de gas. Para el servicio de mantenimiento preventivo, contactar idealmente con un servicio especializado en la marca de la caldera; por ejemplo si la caldera es marca Ariston, en la ciudad de Valencia es aconsejable contactar con un servicio tecnico Ariston Valencia especializado que conozca las particularidades de los sistemas de calefacción de esta marca.
-Verificar el color de la llama del calentador o caldera de gas: si la llama es de color amarillento en lugar de azul, esto podría significar que la combustión se está produciendo de manera anómala e ineficiente con una cantidad mayor de gas que de oxígeno. En este caso será necesario hacer revisar el calentador o la caldera por un experto y verificar que todo esté en orden.
En conclusión, el invierno se presenta con bastante incertidumbre en lo que respecta a la disponibilidad de gas natural para cubrir las necesidades de calefacción de los hogares europeos y las necesidades de ciertas industrias que utilizan este recurso natural como fuente de energía y como ingrediente fundamental de sus procesos productivos. Por esta razón, el gobierno europeo hace un llamado al consumo responsable de esta materia prima por parte de los ciudadanos para contribuir al ahorro y al aumento del nivel de reservas disponibles desde este verano. La práctica de ciertos métodos de sencilla aplicación permitirá el ahorro a través de los sistemas de climatización y calefacción domésticos.