Un exterior crujiente por fuera, cremosas por dentro y con un sabor irresistible; así se definen las buenas croquetas; sin embargo, aunque este nombre defina al plato típico de aprovechamiento por excelencia, lo cierto es que también puede definir perfectamente un plato con pechuga de pollo rellena que está para chuparse los dedos.
Imagina el placer de disfrutar de una exquisita pechuga bien sazonada, crujiente y rellena de la más delicada crema… Definitivamente, un gusto que bien vale la pena darse, así que no esperes más y conoce cómo puedes prepararla con esta sencilla receta.
4Así haces el roux y la bechamel perfecta para rellenar la pechuga
Una vez que los champiñones hayan perdido todos sus líquidos, puedes añadir la harina. Remueve la harina para que pierda el sabor a crudo, lo cual es la esencia de un buen roux, y déjala cocinar un poco.
Vierte poco a poco la leche; es necesario que esta se encuentre caliente, ya que así disminuyes los riesgos de terminar con grumos. Bate muy bien a medida que viertes el líquido y cocina la bechamel a fuego suave hasta que la bechamel tenga una consistencia cremosa. Retira del fuego y reserva.