Un exterior crujiente por fuera, cremosas por dentro y con un sabor irresistible; así se definen las buenas croquetas; sin embargo, aunque este nombre defina al plato típico de aprovechamiento por excelencia, lo cierto es que también puede definir perfectamente un plato con pechuga de pollo rellena que está para chuparse los dedos.
Imagina el placer de disfrutar de una exquisita pechuga bien sazonada, crujiente y rellena de la más delicada crema… Definitivamente, un gusto que bien vale la pena darse, así que no esperes más y conoce cómo puedes prepararla con esta sencilla receta.
3Comienza preparando un sencillo sofrito
Como en muchas recetas de croquetas, la preparación de la bechamel comienza con un rico y aromático sofrito, al que se le añade la harina para hacer el roux y luego la leche que otorgará la humedad justa para una cremosidad perfecta.
Para comenzar con este sofrito, pela la cebolla y pícala finamente. Hecho esto, limpia perfectamente los champiñones y córtalos en trocitos. Pon al fuego una cazuela y pon en la misma la mantequilla. Sofríe la cebolla hasta pocharla y añade los champiñones. Salpimienta a tu gusto y sofríe.