La sangría es definitivamente la bebida española más reconocida mundialmente y aunque su origen continúa sin estar del todo claro, lo cierto es que España y Portugal comparten su autoría; es por esta razón que se asegura que nació en la península ibérica, como tantas otras recetas.
Todo señala a que la sangría nació de la mezcla que preparaban los campesinos con diferentes frutas que tenían a su disposición y el vino que tenían a mano en sus hogares; y esta, por supuesto, era consumida bien fría para soportar las labores bajo el sol.
5Frutas aceptadas en la sangría según la legislación
Tomando en consideración que la legislación asoma la posibilidad de la utilización de frutas cítricas, entonces se pueden considerar a las naranjas, mandarinas y limones como parte de esta bebida protegida.
De estas frutas puedes añadir no solamente el zumo, sino también la pulpa y, por qué no, algunos trocitos de piel o ralladura de la misma para potenciar los sabores de la bebida de una manera magnífica.