La sangría es definitivamente la bebida española más reconocida mundialmente y aunque su origen continúa sin estar del todo claro, lo cierto es que España y Portugal comparten su autoría; es por esta razón que se asegura que nació en la península ibérica, como tantas otras recetas.
Todo señala a que la sangría nació de la mezcla que preparaban los campesinos con diferentes frutas que tenían a su disposición y el vino que tenían a mano en sus hogares; y esta, por supuesto, era consumida bien fría para soportar las labores bajo el sol.
4Un vino joven, el mejor para la sangría
El vino joven y de calidad es la base de la mejor sangría y esto no se discute hasta el momento en que se asume que en varias regiones de España, es posible conseguir no solamente sangrías preparadas con vino tinto, sino también con sidras, cavas o vinos blancos.
Por lo general, un Rioja, u otro vino tinto joven, estará perfecto para la preparación; y de hecho, no es necesario que consigas uno excesivamente caro, pues ante la mezcla de sabores e ingredientes, este terminará diluyéndose. Eso sí, tampoco elijas uno extremadamente barato, ya que afectará la sutileza del resultado final.
En el caso de las sangrías blancas, los vinos más utilizados son los secos, como el Pinot Grigio, Sauvignon Blanc o el Albariño, mientras que en cuanto al cava, se utiliza un Brut.
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