Las patatas fritas belgas son consideradas como unas de las más sabrosas, crujientes y llenas de sabor. ¿Su secreto?, un corte perfecto, un tratamiento adecuado y una fritura que las deja sencillamente deliciosas.
Quédate a conocer todos los secretos que envuelven la preparación de unas patatas fritas belgas perfectas y úsalas para acompañar tus platillos favoritos o simplemente, como un antojo saladito y crujiente para media tarde.
7Cómo freír las patatas fritas belgas
Una vez que el aceite alcance los 160-170 °C de temperatura, pon a freír las patatas en pequeñas tandas, pues es muy importante no dejar que se toquen entre ellas.
Muévelas un poco sujetando la sartén por el mango y “báilalas”. Déjalas confitar por unos 8 minutos para que se cocinen bien, pero sin llegar a dorarse.
Durante este proceso de fritura, la patata terminará con una consistencia rica, pero blanda, ya que el exterior crujiente, se consigue una vez que las tienes cocidas y sometes a una mayor temperatura. No te pierdas cada detalle a continuación y hazlas perfectas.