Las patatas fritas belgas son consideradas como unas de las más sabrosas, crujientes y llenas de sabor. ¿Su secreto?, un corte perfecto, un tratamiento adecuado y una fritura que las deja sencillamente deliciosas.
Quédate a conocer todos los secretos que envuelven la preparación de unas patatas fritas belgas perfectas y úsalas para acompañar tus platillos favoritos o simplemente, como un antojo saladito y crujiente para media tarde.
5Escurrir bien, un paso necesario para evitar quemaduras
Si bien, lavarlas con agua fría es necesario, también lo será el proceso de escurrido, ya que con el mismo evitarás salpicaduras de aceite, quemaduras y fluctuaciones importantes en la temperatura del aceite al momento de freír.
Para escurrirlas bien, apenas las retires del agua fría, ponlas en un colador y déjalas allí por unos minutos. Luego sácalas y extiéndelas sobre un paño limpio o papel absorbente, cúbrelas con otro paño o papel y presiona con suavidad para eliminar el exceso de humedad.