Bajo este lema, la marca de mobiliario y decoración Due Home, lanza una campaña para la venta de soluciones de almacenaje en segundas viviendas.
Muchas de las personas que tienen una residencia de verano o fin de semana, suelen prestar mucha menos atención al tipo de muebles con los que las decoran, que en sus viviendas habituales. Esto es algo razonable, pero no tiene por qué ser así necesariamente.
Esto es lo que defiende esta marca online de decoración. Nuestras segundas residencias deberían contar con un equipamiento que nos haga la vida más fácil y cómoda en los momentos de ocio.
Por lo tanto, han buceado en su catálogo para preparar una selección de artículos especialmente pensados para esa tipología de viviendas.
¿Cómo deben ser los muebles de las segundas residencias?
En realidad, esta es la principal duda que se suscita. La práctica dice que se suelen amueblar con aquellos enseres que no se quieren tener en el domicilio habitual. Lo que está realmente lejos, de ser lo ideal.
Con una pequeña inversión cualquier vivienda puede pasar de parecer un trastero a un lugar habitable y con estilo.
Por lo tanto: necesitamos muebles prácticos y, a ser posible, que nos ofrezcan más de un uso al mismo tiempo ocupando solo lo justo.
Las piezas de mobiliario que más ocupan, como las mesas, son al mismo tiempo las que tienen más alternativas. Una mesa extensible o abatible, se adapta a las necesidades del hogar a demanda sin comprometer excesivamente el espacio
También se busca el almacenaje. Las segundas residencias por definición, pasan bastante tiempo cerradas. Para que no se produzcan sorpresas desagradables cuando se vuelve al hogar tras semanas o meses, se debe optimizar todo el espacio que se pueda aprovechar para guardar objetos.
Vajilla, toallas, ropa de cama, conservas y alimentos no perecederos… es necesario almacenar bien para tener todo en perfecto orden de revista a nuestro regreso (y, además, viajar con una carga de equipaje menor).
Las propuestas de Due Home
Dentro del catálogo de esta marca, se pueden encontrar bastantes referencias que cumplen con la premisa de servir para más de un fin, que sean adaptables y que incluyan el almacenaje cuando sea posible.
Entre sus propuestas podemos destacar, por ejemplo, la mesa de comedor Fly. Su diseño permite que tengamos una consola o pequeña barra, una mesa para desayunos y comidas informales o, abriendo la mesa en toda su extensión, ofrecer espacio suficiente para una reunión con más invitados.
En esa línea encontramos mesas de cocina que funcionan como isletas de separación o consolas que se extienden hasta convertirse en mesas para 10 comensales como el modelo Kendra. También la versátil mesa Tavolo o la sorprendente mesa Nordik (que pasa de ser una consola a una mesa para 14 comensales).
Además, tienen sofás con arcones para almacenar lo que sea necesario debajo del chaiselongue o canapés que nos permiten guardar bajo el colchón la ropa de cama. Cada metro cuadrado se tiene que rentabilizar al máximo.
Si a todo esto se le incluyen cómodas, armarios y vitrinas… la segunda residencia estará perfectamente equipada y todos los enseres organizados sin ocupar espacio adicional.