El Papa Francisco ha pedido «misericordia y piedad para el atormentado pueblo de Ucrania», casi seis meses después del inicio del conflicto. Así lo ha manifestado este domingo el Pontífice tras el rezo del Ángelus, asomado a la ventana de su estudio privado en el Palacio Apostólico, dirigiéndose a los fieles congregados en la plaza de San Pedro.
Asimismo, el pensamiento del Sumo Pontífice también se ha dirigido a las poblaciones de Somalia y algunos países vecinos que sufren una grave crisis humanitaria, acrecentada por la sequía, y ha reclamado una respuesta internacional a este problema. «Espero que la solidaridad internacional pueda responder eficazmente a esta emergencia. Por desgracia, la guerra desvía la atención y los recursos, pero estos son los objetivos que exigen el máximo compromiso: la lucha contra el hambre, la salud, la educación», ha expresado.
Por otro lado, al realizar su comentario al Evangelio del día, ha invitado a los fieles a «reavivar la llama de la fe». Tal y como ha recalcado, la fe «no se puede convertir en una realidad secundaria que lleve eludir los desafíos de la vida y del compromiso en la Iglesia y en la sociedad». «La fe, en definitiva, no es una canción de cuna que nos adormece. La fe verdadera es un fuego encendido para mantenernos despiertos y activos incluso en la noche», ha aseverado.