- Tributo a las materias primas de proximidad, atún salvaje de almadraba y la mirada viajada del chef austriaco Manuel Auer, son los ingredientes de Taberna Tía Juana, que desde 2017 ofrece una propuesta única en el barrio marinero de Zahara.
- Filosofía local y mirada internacional son las señas de identidad del que fue el primer proyecto de Auer y su mujer, la empresaria Alejandra Álvarez, que en 2020 se atrevieron a dar el salto a Madrid con Killo, un restaurante de alma gaditana y esencia urbanita en Chamberí.
Verano es sinónimo de mar, de vacaciones, de paisajes idílicos, excursiones a lugares mágicos, de tiempo, de vivir despacio e intenso y disfrutar del buen comer, darse homenajes y relajarse, desconectar y recargar energía. En los últimos años, Cádiz y sus playas se han convertido en uno de los destinos favoritos de los españoles y, en concreto, Zahara de los Atunes se ha posicionado como uno de los pueblos de tendencia.
Este pueblo marinero fue el lugar donde el cocinero Manuel Auer, de nacionalidad austriaca, y su mujer, la empresaria Alejandra Álvarez, recalaron allá por 2013. Aquí Manuel comenzó a investigar y aprender de la gastronomía gaditana y del atún salvaje de almadraba, en concreto. Formado a la temprana edad de 15 años en la escuela de hostelería de Schärding, con experiencia profesional como cocinero en Guernsey y más tarde en Londres, donde ejerció como jefe de cocina durante más de cinco años, Auer se animó años más tarde a abrir su primer restaurante en España, una taberna gastronómica gaditana con alma y única a la que aporta su mirada viajada.
Gastronomía tradicional con mirada internacional
Ubicada en el barrio marinero y más tradicional de Zahara de los Atunes, el Zapal, Taberna Tía Juana abrió sus puertas en 2017 con una propuesta sencilla y fácil de gastronomía tradicional gaditana con influencias internacionales del chef, mucho producto local y con el atún rojo de almadraba como protagonista, todo ello en un local integrado totalmente en el entorno. Un proyecto que fue el germen de Killo (c/Joaquín María López, 46), su segundo proyecto hostelero en Madrid que se ha convertido en una segunda sede de Taberna Tía Juana y en el lugar donde quitarse las ganas de mar o acortar la espera cuando no se puede salir de la capital.
En la carta de Taberna Tía Juana se pueden encontrar platos para picar y compartir como la brocheta de gambón, el tomate relleno de mousse de atún, la ensaladilla con gamba cristal, el salmorejo con granizado de pimiento verde y jalapeños, sardinas en vinagre, cazón en adobo o el original caramelito de atún con ensalada de alga wakame, jengibre y salsa de soja y miel. Sobresalen propuestas como el tataki de atún ahumado en casa con madera de almendro, la ventresca de atún a baja temperatura con puerro cremoso, ajo confitado y jamón crujiente, y las costillas de atún salvaje con mole y albaricoques agridulces.
Decoración inspirada en los pueblos blancos
Su periodo de apertura comienza en abril y se extiende hasta octubre, los meses de temporada alta, julio, agosto y septiembre, abren todos los días y funcionan mediante reserva, en un espacio con capacidad para 70 comensales. El interiorismo del espacio está inspirado en la decoración tradicional de la zona, de los Pueblos Blancos, con su referente más cercano en Vejer.
Materiales ecológicos y reciclados como la pintura de las paredes, esteros en las ventanas o los troncos, maderas y lámparas que decoran su interior, se entremezclan con los elementos que conforman su terraza exterior, con vistas a las dunas de arena blanca. La playa está a solo 30 metros del local.