Con el paso del tiempo hay un sector que se ha beneficiado muchísimo de los avances tecnológicos que fueron produciéndose. Nos referimos al odontológico. Una buena muestra de ello son los tratamientos de ortodoncia, los cuales hoy en día poco tienen que ver con los de antaño, especialmente la invisible de la que hablaremos más adelante.
Sin embargo, en algunos casos se sigue recurriendo a los métodos más tradicionales, siendo precisamente uno de los motivos el factor económico. Pero, ¿de qué precios hablamos? Hoy profundizaremos en los que tienen los brackets en nuestro país, averiguando si merece o no la pena afrontar ese desembolso para corregir un problema de desalineación dental.
Antes de averiguar cuál es el precio de los brackets, conviene destacar el hecho de que son sin duda alguna la parte que adquiere una mayor importancia en una ortodoncia. Así pues, no es de extrañar que sea el elemento que más encarece el importe final dependiendo del tipo por el que se opte, pudiendo suceder exactamente lo contrario si el material es más bien asequible.
Brackets linguales
Antes de la existencia de la ortodoncia invisible, solo había una ortodoncia que pasaba inadvertida al cien por cien. Nos referimos a aquella que estaba basada en los brackets conocidos como linguales. Pero, ¿cómo es posible que no pueda ser vista por otras personas y que no se den cuenta de su presencia en la dentadura del individuo que los lleva?
Básicamente ello es fruto de estar ubicados en la parte interna. Es decir, pasan a estar ocultos, con todo lo positivo que conlleva no solo a nivel de autoestima. Por si fuera poco, reducen el número de llagas que surgen en cada lateral de la boca, sucediendo exactamente lo mismo con las heridas en general.
Eso sí, es uno de los brackets que exigen acostumbrarse a ellos. Esto es debido a la imperiosa necesidad de tocarlos con la propia lengua, aunque al cabo de unas semanas esta tendencia pasa a ser historia.
El precio de los brackets linguales puede ser de tan solo 3500 euros si el caso no reviste gravedad. En caso afirmativo, el desembolso alcanza en algunos casos los 7000 euros.
Brackets transparentes
Aunque suelen confundirse con los que son invisibles, son dos tipos de ortodoncias bastante distintas, también en lo referente al precio. En este caso estamos ante un tratamiento que parte de los 3000 euros, llegando a un máximo de 5000.
El importe total a abonar por el tratamiento varía de manera considerable en función del material del que están hechos los brackets. Uno de los más solicitados es la cerámica, aunque el zafiro también cuenta con bastante popularidad en el sector.
A diferencia de muchos otros brackets, los transparentes no llaman la atención del resto de personas. Así pues, quienes los llevan se ven capaces de lucir una buena sonrisa, aunque no llega a pasar desapercibida del todo. Es una opción muy buena para los pacientes que son introvertidos.
Brackets autoligables
Son numerosos los pacientes que, al averiguar la existencia de los brackets autoligables, se decantan por ellos. Y no es para menos, puesto que la retención del arco no requiere la utilización de las típicas gomas, tratándose de un aspecto a tener en cuenta.
Precisamente al no tener que cambiarse las gomas, las visitas a la clínica odontológica son mucho menos habituales, afectando también al precio cuya media se sitúa en los 4000 euros.
Brackets metálicos
Terminamos con los brackets más conocidos no solo en España, sino también en el resto del mundo. Hablamos de los metálicos, los cuales ofrecen unos excelentes resultados en un período de tiempo bastante corto.
La lista de ventajas no termina aquí, debiendo añadir otra que se resume en tener un precio bastante bajo. En concreto, una ortodoncia de brackets metálicos puede suponer un coste de tan solo 2000 euros.
Alternativas
Como has podido ver, algunos de los brackets están especialmente indicados para aquellas personas que prefieren que su ortodoncia pase lo más inadvertida posible. Precisamente una alternativa existente es ideal para este tipo de pacientes. Nos referimos a la ortodoncia invisible, la cual a lo largo de la última década ha adquirido un altísimo nivel de popularidad.
La relación calidad-precio es uno de los motivos que dan pie a que esta ortodoncia esté en pleno auge. Y es que a pesar de costar solamente 1490 euros si el caso es leve, los resultados empiezan a evidenciarse al cabo de poco tiempo, completándose el tratamiento en un máximo de 9 meses.
Gracias al escáner tridimensional que se utiliza gratuitamente y que no provoca ningún dolor, se obtiene una imagen fiel de cómo es la dentadura del paciente. Gracias a ello se da forma a una ortodoncia invisible que no solo corrige eficazmente su problema, sino que adicionalmente lo hace sin que nadie se dé cuenta de que lleva ortodoncia.