El desarrollo de la tecnología moderna ha generado un auténtico tsunami digitalizador que facilita el acceso a todo tipo de productos y servicios para muchos adultos y jóvenes nativos digitales. Sin embargo, ese acceso no resulta tan sencillo en adultos mayores, para quienes el manejo de aplicaciones electrónicas o páginas web puede ser una verdadera batalla.
Como señala DATCON NORTE, una empresa especializada en herramientas digitales para la protección de datos, este problema ha dado pie incluso a prejuicios despectivos y tratos condescendientes hacia estas personas. Frente a esta situación, existen iniciativas con el fin de sensibilizar a la población sobre las desventajas que representa, para este grupo poblacional, el actual tsunami digitalizador, tales como la campaña “Soy Mayor, No Idiota”.
Una lucha colectiva por el derecho al acceso digital
Carlos San Juan, médico jubilado de 78 años, es el impulsor de esta iniciativa, la cual, a día de hoy, representa una lucha colectiva a favor de los adultos mayores y su derecho de acceso a las tecnologías digitales, especialmente en el ámbito financiero. Carlos, quien padece de Parkinson, fue inspirado por el hostil trato que recibió de su banco, y muchas de estas entidades en general, al momento de pedir algunas facilidades para usar su tecnología, como cajeros, banca web u horarios presenciales favorables.
A través de redes sociales, Carlos logró captar una atención masiva de los usuarios y la empatía de numerosos adultos mayores que atraviesan situaciones similares. La convergencia de estas personas generó una significativa reacción social que llamó la atención de varios organismos públicos, como el Banco de España, el Ministerio de Economía y hasta el mismo Ejecutivo. Toda esta presión ha llevado a las entidades bancarias, en respuesta, a implementar varias acciones, como protocolos de atención preferencial para usuarios senior y a la ampliación de sus horarios presenciales en favor de estos usuarios.
El tsunami digitalizador y los riesgos de exclusión
Las instituciones financieras, por lo general, son de las primeras en adoptar las innovaciones de la digitalización. Por tal motivo, resulta lógico que esta campaña empezara principalmente por estas entidades, pero el tsunami digitalizador actual, no obstante, tiene varias otras desventajas para los adultos mayores, alrededor de las cuales también es importante generar accesibilidad y sensibilización.
Si bien el prejuicio centra a los seniors como los principales incompetentes con esta tecnología, la mayoría de personas, según DATCON NORTE, en realidad solo tiene una competencia digital media, mientras los contenidos digitales proliferan en distintos navegadores y aplicaciones, cada vez más numerosos, a la vez que sus constantes innovaciones obligan a mantener permanentemente actualizadas esas competencias digitales.
Esta situación implica un inmenso riesgo de exclusión digital, que afectaría a miles de personas con más de 65 años, entre otros usuarios incluso de menor edad. De ahí la importancia de una campaña como esta, que busca sensibilizar a la gente sobre la realidad del tsunami digitalizador, un fenómeno que, tan prometedor e innovador como es, puede acarrear desventajas que también requieren atención y sensibilidad.