En 1764, el autor británico Horace Walpole escribió la primera gran obra de la literatura gótica ‘El castillo de Otranto’, después de haber soñado con su historia. Una experiencia onírica que terminaría por cimentar los pilares del género. En esta ocasión, el profesor, cinéfilo, poeta y escritor Diego Moldes (Pontevedra, 1977) también ha tenido la misma fuente de inspiración para desarrollar su nueva obra: ‘En el vientre de la ballena’, publicada por Galaxia Gutenberg y escrita durante la pandemia, después de soñar con un ejemplar del enorme mamífero marino.
Esta vez, no obstante, el objetivo del creador no ha sido dar pie a un nuevo estilo literario, sino una labor diferente, pero casi igual de ambiciosa: hacer un viaje escrito para comprender y explicar qué es la cultura. Así lo indica su subtítulo, y así transcurren sus casi cuatrocientas páginas, plagadas de referencias antropológicas, citas memorables y opiniones variadas. Porque, tal y como comenta su autor, se trata de una empresa “demasiado ambiciosa para una sola persona”.
Por eso Diego Moldes ha contado con treinta y ocho autores y creadores de distintas generaciones, disciplinas y lugares de origen. De esa forma, el libro va desglosando su complejo fin de manera cronológica, profundizando en momentos históricos tan relevantes como la invención de la imprenta o la llegada de Internet.
‘En el vientre de la ballena’ no solo es uno de los ensayos más minuciosos, originales y contundentes de los últimos años, sino también una clara representación del estilo de su autor, que busca en su propia escritura una forma de entender el mundo que lo rodea –el presente y el pasado- sin cerrarse a nada ni contaminarse de falsas nostalgias, aunque tampoco del todo ajeno a ellas.
El aglomerado de todo tipo de influencias se nota en cada capítulo, en ocasiones incluso se sale de la temática inicial para buscar otros caminos antes de volver a la inquietud cultural original, pero siempre desde el máximo respeto a las fuentes y al pensamiento general.
Teniendo todos estos elementos en cuenta, es difícil saber si ‘En el vientre de la ballena’ puede ser capaz de definir, de manera objetiva, plural y definitiva, qué es la cultura, pero de lo que no cabe duda es que cada uno de sus párrafos revelan una verdad incontestable: el gran amor que su autor siente por ella. Que no es, ni mucho menos, algo baladí, y menos aún en los tiempos que corren.