- Los gaditanos hermanos Romero -Ricardo y Mané- llevan algo más de tres años conquistando paladares y ahora nos proponen frescas novedades.
- Se ha hecho famoso por su tortilla, pero la verdad es que su carta es irresistible de principio a fin -desde las Croquetas de puchero a la Tarta de Payoyo– y es que sus recetas saben a tradición, son 100% reconocibles, están llenas de chup chup y un poquito del sur.
- Para acompañarlas, una selección de vinos que rinde homenaje a su tierra con auténticas joyas -y muchas ‘palmas’, hasta el vermú -personalizado y delicioso- es de Montilla Moriles. Por supuesto, no faltan referencias del resto del país.
- Y todo esto sucede en un redecorado espacio, más bonito que nunca pero con el encanto de siempre -y bien de aire acondicionado- y sus tres zonas -barra, sala y terraza- para disfrutar desde el desayuno hasta la copa.
Es más que probable que al escuchar el nombre de Colósimo nos venga a la cabeza su espectacular tortilla. Lógico, está entre las mejores de Madrid y apetece comérsela entera, pero lo cierto es que este coqueto restaurante del Barrio de Salamanca es mucho más que una tortilla, que de hecho, ¡ni la tienen en carta!
Los responsables de que siempre apetezca volver a Colósimo son los hermanos gaditanos Ricardo y Mané Romero, que llevan algo más de tres años conquistando con su cocina. Y lo hacen con una carta corta y concisa, que en el período estival se refresca. Eso sí, sigue apeteciendo probarlo todo y es perfecta tanto para picar en la zona de barra como para sentarse tranquilamente y disfrutar de las sencillas y cuidadas elaboraciones.
Platos de toda la vida
Empezamos, como siempre en esta casa llena de tradición, con la Ensaladilla suave y una buena mayonesa y esas espectaculares Croquetas de puchero -un bocado con todo el sabor del guiso y el consiguiente viaje al sur- para seguir con la original y recién llegada Ensalada de cherrys, camarones y jalapeños, digna rival de la exitosa Burrata fresca con pesto casero. Entre los pescados destaca el Tartar de atún rojo con aliño de toques cítricos, que por supuesto, les llega de Cádiz. El apartado carnívoro es algo más extenso, con siete propuestas, y aunque el calor invita al espectacular Steak tartar, el clásico, pero muy rico, el must de la casa es la Terrina de cochinillo confitado y puré de patatas asadas.
Sea cual sea la opción, que la tortilla -con bien de cebolla, patata agria, huevos camperos, jugosa y servida con una rebanada de pan-, no falte en la comanda. Obligatorio dejar sitio para el postre, porque si el Tocino de cielo que sirven desde sus inicios en homenaje a su tierra es una locura, ojo a la Tarta de quesos con Payoyo que hacen estos hermanos… Y siempre dignas de escuchar son las sugerencias del día, porque aquí hay mucho mercado.
Una carta de vinos con mucho sabor a sur
Otra novedad es la carta de vinos, llena de morriña y por lo tanto con mucho sabor a sur, ya que la selección que han hecho está para tocarle, o mejor dicho, beberse ‘las palmas’. Cortita, pero con algunas joyas y con una veintena de referencias por copas con especial protagonismo de olorosos y generosos del Marco de Jerez y de la provincia de Cádiz.
Por último, y sin duda la que más llama la atención, ¡es su nueva estética! Colósimo abrió sin seguir las modas y se reformó ajeno a las mismas… Se trata de un local coqueto y lleno de encanto, con una imponente barra -en la que también se puede comer o simplemente tomarse uno de esos famosos pinchos de tortilla con una caña bien tirada o un vermú (este lo tienen personalizado y es de Montilla Moriles), y el agradable salón con aire hogareño -y acondicionado, para estar fresquitos-. Destacan en el conjunto los cómodos taburetes de terciopelo, los sofás de cuadros y la iluminación de las paredes -donde se esconde parte de la bodega- así como los luminosos con el divertido logotipo. Hasta el aseo merece una visita de lo bonito que lo ha dejado Soledad Ordoñez Giordano Interior Design.
Colósimo abre ininterrumpidamente de lunes a domingo de 10:00 a 00:00, para empezar el día con un buen desayuno y acabarlo con una copa, porque los fines de semana cierra más tarde. El horario de cocina es de 13:00 a 16:00 h para comidas y de 20:00 a 00:00 h para cenas. El precio medio es de 35 € y el del pincho de tortilla de 3’50 € -pueden encargarse enteras para llevar. Al no ser un espacio muy grande -tiene capacidad para 30 comensales en sala y 10 en la barra-, se recomienda reservar. En la terraza, todo un must del barrio en pleno Ortega y Gasset, pueden sentarse 24 personas pero por orden de llegada.