El solomillo es una de las partes del cerdo más apreciada; y como no serlo, si esta parte de la carne es uno de los cortes con menor porcentaje de grasas. Ahora bien, este principal atractivo del solomillo, es precisamente el que atenta contra su jugosidad cuando de prepararlo al horno se trata.
Por lo general, las cocciones al horno tienden a secar y deshidratar las carnes, y cuando estas tienen poca grasa, suelen secarse aún más; es por ello que te invitamos a conocer como puedes lograr que el solomillo al horno quede jugoso con esta rica receta que incluye trucos para que siempre te quede perfecto.
5La cocción justa, uno de los secretos para un solomillo siempre jugoso
Una vez que tengas el solomillo perfectamente sellado, es el momento de llevarlo al horno para su cocción final y exacta.
Para uno de 500 a 600 gramos aproximadamente, una cocción de 15 a 20 minutos será suficiente para que en su interior nunca se seque y sus jugos se conserven perfectos.
Recuerda que al momento de llevarlo al horno, este debe encontrarse precalentado y con calor arriba y abajo.