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La industria de la indumentaria puede ser muy dañina para los adolescentes. ¿Qué es lo que hay que evaluar al respecto?
Conoce la opinión de la supermodelo Kate Moss
Actualmente, en Internet se puede encontrar mucha información. Por ejemplo, a la hora de buscar lugares para divertirse, es posible realizar apuestas en casinos con giros gratis. Y, en este mismo sentido, también es posible encontrar datos perfectos para informarse de los posibles peligros de la vida.
Un caso claro ocurre con la indumentaria. Todos necesitamos de la ropa para vivir, ya que no solamente nos protege del frío, sino que también nos brinda una identidad. Al fin y al cabo, no existen dos personas que se vistan completamente iguales en todos los ámbitos de la vida y esto puede ser algo que alegre a muchas personas.
No obstante, también hay que indicar que la industria de la moda puede ser peligrosa. Esto es lo que revela la supermodelo británica Kate Moss, que mencionó que una sesión de fotografía que hizo de adolescente le hizo reconocer los peligros de este sector. Esto lo reconoció en el programa de radio de la BBC, conocido como Desert Island Discs.
Allí ella mencionó que, cuando tenía 15 años, su fotógrafo le dijo que se quitara el sostén. Esa experiencia le dio la capacidad de detectar las cosas que estaban mal, ya que decidió salir corriendo por la incomodidad. Cabe destacar que ella fue contratada por la agencia de modelaje Storm en 1988, cuando tenía 14 años.
Ahora, con 48 años, continúa siendo una de las referentes del sector del modelaje. No obstante, también ella indicó que, durante algunos años, sus cuerpos eran un modelo de referencias para otras mujeres, que no podían alcanzar esos estereotipos, algo que generaba una gran incomodidad.
La indumentaria y el reto para los adolescentes
Hay que indicar que ella posó en su primera campaña publicitaria en 1992, para el diseñador Calvin Klein. Allí estuvo con el actor Mark Wahlberg, en ese entonces conocido como Marky Mark. No obstante, Moss indicó que aquella sesión de fotografía en ropa interior no le traía ninguna clase de buenos recuerdos.
Es decir, ella se sintió “despersonalizada”, además de “vulnerable” y “asustada”. Incluso, sufrió de ansiedad precio a la sesión, además de que le recetaron Valium para poder llevar mejor la experiencia. Esto significa que en ningún momento ella fue alertada de que el problema era externo, sino que le dieron a entender que ella era la que estaba incómoda.
Además, hay que tener en cuenta que las modelos, para las sesiones de fotografía, deben asumir distintos regímenes alimenticios que pueden ser negativos para la salud. Es decir, el hecho de no comer determinados productos o tener que cuidar cada gramo de sus cuerpos puede generar un gran cargo de consciencia.
En definitiva, todo esto demuestra que la industria de la moda puede ser dañina para muchas mujeres y es importante cambiar la cultura al respecto.