Aproximadamente un quince por ciento de la población en el mundo sufre de algún tipo de minusvalía, por lo que estaríamos hablando de más de mil millones de habitantes. Prácticamente todos los Gobiernos ofrecen mecanismos para compensar los inconvenientes que deben afrontar en su diario vivir, y uno de ellos es el certificado de discapacidad, con el que pueden obtenerse ventajas y beneficios de carácter social.
En el artículo de hoy te mostraremos qué es una minusvalía, también llamada discapacidad, cómo se obtiene el certificado que la acredita y cuáles son los beneficios o ventajas de tipo social que pueden derivarse de su emisión.
¿Qué es una minusvalía?
La minusvalía o discapacidad ha sido definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como una condición de los setes humanos que, de manera general, hace que la persona sufra de deficiencias, de limitaciones en su actividad y de restricciones en la participación que puedan tener en determinadas actividades. Se trata de deficiencias que pueden afectar una función o estructura corporal.
Las limitaciones para actividades son impedimentos que dificultan la realización de determinadas tareas o acciones, mientras que una restricción para poder participar en determinadas actividades implica dificultades para poder participar o relacionarse en situaciones que son esenciales. Por fin una definición toma en cuenta el contorno social como elemento que se ve afectado por la minusvalía de un individuo.
¿Cuál es la diferencia entre una minusvalía y una incapacidad?
No se debe confundir una minusvalía con una incapacidad. La discapacidad o minusvalía da origen a que un individuo obtenga un certificado luego de ser evaluado por trabajadores sociales, psicólogos y médicos, que son los que van a determinar en conjunto si un individuo sufre de alguna imitación que dificulta su vida diaria en un porcentaje que sea de por lo menos el treinta y tres por ciento.
Ese porcentaje es el mínimo de minusvalía que debe sufrir un individuo para que pueda obtener un certificado de discapacidad para poder gozar de ciertas compensaciones de tipo social, pero este certificad no quiere decir, en principio, que el individuo sufra de alguna limitación que le impida trabajan en su profesión habitual o en otras.
¿Quiénes pueden solicitar un certificado de incapacidad?
Lo pueden solicitar aquellos individuos que se ven imposibilidades de realizar su trabajo. En estos casos, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) es quien determina la existencia de una incapacidad y en qué grado. Una incapacidad permanente parcial no impide que quien solicita el certificado poder continuar en su puesto de empleo y seguir cobrando una indemnización. En cambio una capacidad permanente total es la que impide a un individuo continuar trabajando en su profesión habitual, aunque podría continuar en otro puesto de trabajo.
En cambio una incapacidad permanente absoluta hace que sea imposible para un individuo cualquier profesión o puesto de trabajo; por último existe la gran invalidez, que es la que se concede a un individuo incapacitado permanentemente, hace que éste requiere de ser asistido por otro para realizar los actos más cotidianos para poder subsistir.
¿Cuáles son las clases de minusvalía que existen?
Entre las formas de minusvalía o discapacidad que puede sufrir un individuo se encuentran cuatro clasificaciones:
Minusvalía física
Se trata de una alteración del sistema esquelético o neuromuscular, lo que hace que se limite o se dificulte su movimiento, su manera de desplazarse.
Minusvalía psíquica
Es una discapacidad que afecta las estructuras sensoriales como el olfato, el tacto, el gusto, la vista o el oído, o bien se refiere al sistema nervioso.
Minusvalía intelectual
Es una discapacidad que afecta o altera las funciones intelectuales y las conductas de adaptación.
Minusvalía orgánica
Se refiere a las alteraciones de tipo crónico de las funciones orgánicas, esto es, que se relacionan con el aparato locomotor del organismo, o del respiratorio, o digestivo o excretos, así como las estructuras de todo el sistema orgánico.
¿Qué inconvenientes se incluyen en estas categorías de minusvalías?
Las limitaciones que se incluyen en las categorías de minusvalías que hemos mencionado son bastante diferentes: alteraciones óseas, diabetes, defectos visuales, problemas en la audición, dolencias como la esclerosis múltiple, la parálisis cerebral, la hemofilia, el asma, la esquizofrenia, los trastornos en el habla y muchos otros. Lo que va a determinar que un individuo obtenga un certificado de discapacidad o no, es el grado de la valoración sobre la manera en que estas alteraciones afectan a la vida normal de los individuos.
¿Quiénes pueden solicitar un certificado de discapacidad por minusvalía?
Se necesita que el individuo cumpla con dos requisitos, que son:
- Ser español o ser extranjero con residencia legal en España y encontrarse empadronado en un municipio de una comunidad autónoma, que es donde se va a llevar a cabo la tramitación.
- Sufrir de una minusvalía o discapacidad sensorial, intelectual, orgánica o psíquica.
¿De qué manera se solicita este certificado?
Estos certificados son expedidos por las comunidades autónomas, salvo en los casos de las ciudades autónoma, que son Ceuta y Melilla, acudiendo al Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso). Esta solicitud se puede consignar de manera telemática, por medio de una firma electrónica, o acudiendo a los centros físicos, donde habrá oficinas de orientación y de valoración, o las oficinas que se encarguen de estas actividades, en función de cada comunidad autónoma.
Hay que tener mucha paciencia, porque todo este procedimiento para solicitar una minusvalía puede tardar entre seis y ocho meses, y se puede buscar por internet información sobre las oficinas que tramitan los certificados de discapacidad.
¿Cuáles son es la documentación que se debe adjuntar al requerimiento?
- Original y copia del DNI del solicitante o de su representante legal, en caso de que sea menor de edad o esté incapacitado legalmente, aunque también es posible aportar el libro de familia.
- Los informes de los especialistas médicos, que incluye informes sociales y psicológicos si se tienen.
- En caso de que el solicitante ya tenga una invalidez reconocida, hay que añadir una copia de la resolución emitida por la Comisión Evaluadora de Incapacidad.
Cuando se consigne la solicitud junto con todos los documentos, hay que esperar a la convocatoria para que se realice el reconocimiento y la valoración social, psicológica y médica, y todo ello se hace en un mismo día. Pasado un mes, el solicitante va a recibir una carta comunicándole cual es el grado de discapacidad que le haya sido reconocido, y si es igual o supera el treinta y tres por ciento, se le concederá el certificado correspondiente, para obtener los beneficios que derivan del mismo, abriéndose el lapso para tramitar la audiencia para consignar alegatos y finalmente se dictará una resolución definitiva de tipo administrativo.