La irrupción de Carlos Alcaraz en el circuito profesional de tenis no ha resultado indiferente para nadie. El tenista murciano, actual raqueta número dos de nuestro país, ha deslumbrado en esta disciplina en donde ya se coloca como uno de los mejores del mundo a temprana edad. Muchos ya conocen la vida a Rafa Nadal y Novak Djokovic, porque llevan décadas en el deporte blanco. Sin embargo, la revelación de la ATP apenas se está abriendo paso en el circuito, por lo que hoy queremos hablar no de su lado deportivo, sino personal.
3La fama no se le ha «subido» a la cabeza
Carlos Alcaraz gusta mucho más allá de su tenis. Es un chico muy humilde, habla bien y tiene mucho carisma. Por eso es tan afín al público. Y cada vez que conversa con los medios siempre es simpático.
Parece que eso es algo que también muestra en su núcleo familia, ya que a él lo definen como alguien muy tranquilo. Y a pesar de que lo ven como una estrella por su desempeño en la pista, lleva una vida totalmente normal.
Claro, no hay que olvidar que tiene fama, dinero, pero no ha dejado atrás su calidad humana. Pues como él ha dicho, «es un chico de pueblo’. Y se siente honrado de sus raíces.
