- Este nuevo espacio, ubicado en una antigua masía menorquina, ofrece una propuesta tranquila y pausada. La luz de las velas, el atardecer y el blanco característico de esta construcción tradicional le otorgan un ambiente único en las noches de verano.
- Los chefs Javier Goya y José Fuentes firman una propuesta gastronómica en la que tienen especial protagonismo el producto de calidad, las brasas y los guiños a ingredientes y recetas menorquinas que se mezclan con la esencia de la cocina mediterráneas para combinar a la perfección con los vinos de la isla.
Situado en un enclave único a tan solo cinco minutos de Mahón, Burdell de Foc abre las puertas de una antigua masía ubicada en una de las islas con más encanto del Mediterráneo: Menorca. Este nuevo restaurante busca convertirse en una localización perfecta para desconectar y disfrutar de un plan relajado con una propuesta gastronómica que recorre la esencia de Menorca y que propone paradas en el buen producto seleccionado con cariño. La construcción tradicional en la que se sitúa el restaurante y la luz de la isla en verano hacen de este nuevo espacio un lugar al que acudir por las noches y cenar al aire libre, en un entorno decorado con gran sensibilidad, para disfrutar de los últimos rayos de sol que dan paso a una iluminación tenue de guirnaldas de bombillas y velas.
Aunque también cuenta con un espacio interior, su terraza es el lugar más especial de Burdell de Foc, donde los pinos y el blanco de la fachada de la masía serán testigos de las noches más inolvidables del verano menorquín. También tiene gran protagonismo el mobiliario, con sillas elaboradas con tejido de rayas en tonos azul marino y blanco –típicas en la isla–, mientras el resto de mobiliario en madera rústica y la vegetación que inunda todos los rincones conforman una atmosfera tranquila y pausada en la que el disfrute está garantizado.
El proyecto de Burdell de Foc es una idea que surge de un viaje a Baleares entre tres amigos –los chefs Javier Goya (Grupo Triciclo), José Fuentes (Kulto) y el maître Fran Ramírez – que, conquistados por el espíritu Mediterráneo, deciden abrir un restaurante en Menorca. Posteriormente se han ido incorporando otras personas al proyecto, como es el caso de Ander Galeano y Pablo Quesada (jefes de cocina de Triciclo y socios en Amano Menorca) y el empresario Félix Pérez. Todos amigos, con un vínculo especial que garantiza el buen funcionamiento de este nuevo espacio.
Una propuesta gastronómica con esencia menorquina
Dada la esencia del lugar, el concepto gastronómico de este restaurante no podría ser otro que uno con esencia mediterránea y menorquina. Así, el chef ejecutivo del Grupo Triciclo, Javier Goya, junto al chef José Fuentes (Kulto, Madrid), han diseñado una carta que se caracteriza por su versatilidad y su frescura. Una revisión de una cocina sencilla, fresca y sin complicaciones, que permita disfrutar a todos tipos de público y siempre respetando el producto de máxima calidad y escogido con cariño. Las brasas, las verduras, los aliños frescos, los escabeches, los contrastes picantes y ácidos, las carnes maduradas y, por supuesto, el atún rojo, no faltan entre las recomendaciones de la casa.
Así, la carta arranca con La Despensa, donde encontramos una selección de entrantes embutidos y anchoas. Continúa con opciones Para picar entre las que destacan El mejor tomate de la isla, pesto de tomates secos, queso mahón, rúcula y albahaca; la Ensalada de hierbas, verduras aliñadas, con un gazpacho verde y frutos secos; o el Tartar de atún del mejor, aliñado con jugo intenso de pimientos asados y cebolletas. De los principales cabe destacar el Calamar de anzuelo, sobrasada y cebolletas asadas; el Tarantelo, cogollos a la brasa y romesco; o la Txuleta de vaca raza simmental cocinada a la brasa.
Con respecto a la carta de vinos, el sumiller y socio de Burdell de Foc, Fran Ramírez firma la propuesta. Se trata de una carta de referencias y uvas muy reconocidas, pero también con una presencia importante de pequeños productores, variedades autóctonas y otras uvas menos reconocidas (como la Escursac autóctona de las Islas Baleares). El resultado es una oferta amplia de blancos, tintos, espumosos, rosados y generosos, haciendo hincapié en referencias nacionales, y como protagonistas Mallorca y Menorca, con una relación calidad-precio muy competitiva para que todo el público pueda disfrutar de grandes vinos.