La pizza a los cuatro quesos suele ser preparada por los italianos con mozzarella, gorgonzola, fontina y parmesano, cuatro quesos que combinados entre sí le otorgan una majestuosa cremosidad, aroma y sabor. Al llevar esta exquisita combinación de quesos (que pueden cambiar en algunas regiones), la masa toma un protagonismo especial, y formar una base fina y crocante se convierte en una regla casi obligatoria para tener un resultado sencillamente espectacular.
Si deseas hacer una pizza a los cuatro quesos y disfrutar de toda la cremosidad de su superficie y la textura crujiente de la base, acompáñame a conocer esta receta, que te dará como resultado la masa más divina que te puedas imaginar.
8Amasa hasta darle elasticidad
Cuando tengas la harina completamente integrada al agua enharina una superficie y coloca la masa. Comienza amasando poco a poco y con paciencia hasta que logres que no se te pega en las manos. Al principio es posible que notes que esta muy pegostosa; si es así, permite que repose unos 10 minutos y sigue amasando.
A medida que amases notarás que sin necesidad de añadir más harina, la masa para pizza se vuelve más manejable. Estírala con el rodillo y vuelve a enrollarla sobre sí misma, con este proceso le otorgarás más elasticidad.