La Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza) ha pedido a la Junta de Extremadura que ponga en marcha un Plan de medidas urgentes que «contribuyan a restituir la biodiversidad y las poblaciones de especies cinegéticas» en las zonas afectadas por los incendios de la última semana en la región.
Para esta federación, «las políticas forestales y conservacionistas de las últimas décadas están ocasionando que el número de incendios forestales aumente significativamente, así como su virulencia», y ha alertado de que la época de riesgo elevado «está lejos de concluir».
Así, Fedexcaza ha señalado, a través de nota de prensa, que la «catástrofe» que suponen los incendios en Las Hurdes o Monfragüe «está afectando a todos los ámbitos: ambiental, económico y social», y apunta que «otro de los principales daños» ha sido la «pérdida sobrevenida de recursos cinegéticos, como consecuencia de la destrucción de la cobertura vegetal».
A su juicio, la declaración de un 27,35 por ciento del país como espacios naturales protegidos, las limitaciones que ello conlleva, el abandono de las actividades tradicionales ligadas al monte, y las políticas forestales y de conservación «han provocado una serie de restricciones donde las limpiezas, los resalveos, las podas o, por qué no, las quemas controladas, son una utopía», cuando según señala, «estas labores de prevención, hechas en invierno, son las que siempre han permitido luchar contra los fuegos de verano».
Todo esto, unido al cese de los usos productivos tradicionales en estas zonas, «está haciendo que cada vez el campo y el monte esté más abandonado, principalmente de ganaderos, agricultores, cazadores y vecinos de estas zonas», que según añade la federación, «ahora se han visto apartados por leyes realizadas de espaldas al campo».
Por todo ello, Fedexcaza reivindica un «cambio radical» en las políticas forestales y de conservación que «de verdad ayuden y reviertan en las gentes de los pueblos, en el mundo rural», y aseguran que «la sociedad en general está cansada de las políticas y exigencias de los ecologistas que tanto perjudican al desarrollo y conservación de los entornos rurales».