La historia y origen del gazpacho se pierde en la lejanía y aunque en la actualidad uno de los mayores debates giren en torno a si este plato tradicional lleva o no pepino, la verdad es que si nos remontamos a sus más antiguas versiones, ni tomate llevaría.
Y es que este platillo considerado todo un emblema de la época veraniega y refrescante como pocos, es tan antiguo que se pierde en los años en los que el tomate no era conocido aún en tierras españolas. Veamos cómo se comía antes el gazpacho, disfrútalo como en otrora y decide cuál versión te parece más rica.
9Prepara la guarnición
Mientras esperas que el gazpacho tome la temperatura adecuada para disfrutarlo bien fresquito, ve preparando la guarnición que le acompañará.
Pela la cebolla y pícala finamente. Retira también la piel al pepino y córtalo en pequeños cubos. Esta será la guarnición perfecta que aportará un sabor delicioso y unos tropezones llenos de frescura.