Menos mal que no siempre los ladrones se salen con la suya. Hoy os mostramos los momentos en los que los ladrones pillados no tienen más escapatoria que devolver lo que han sustraído. Porque todavía queda mucha gente que les hace frente, siempre unidos y que no le teme a este tipo de situaciones.
Los ladrones pillados siempre les faltan minutos para poder salir del lugar. Pero claro, tampoco no siempre el plan sale como ellos tenían pensado. De ahí que tengamos que seguir viendo situaciones como las que os mostramos. ¡No pierdas detalle al igual que han hecho unas cámaras de vigilancia como éstas!.
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Ladrón de bolsos
¡Si es que no se puede ir por la calle caminando tranquila!. Esta mujer iba paseando pero claro, con el bolso no bien sujeto, tal y como hemos podido comprobar. Lo llevaba colgando por sus asas y siempre es aconsejable colocarlo más pegado al cuerpo y sujetándolo con la mano. El ladrón se fue acercando en su moto y nadie podía presagiar lo que iba a ocurrir. Pero en un lugar pequeño, hay mucha solidaridad.
El hombre de la moto sustrae el bolso a la mujer y escapa. Pero ella también va detrás. Cuando todos se percatan de lo ocurrido no dudan en ayudar. Aunque estamos unos segundos sin poder ver lo que ocurre, finalmente el desenlace es ante la atenta mirada del objetivo de esta cámara. Todos van a por el ladrón y, desde luego, se monta la marimorena.
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Ladrones pillados por perros
Por muchos motivos, se les considera el mejor amigo del hombre. Porque los perros son uno de los animales más fieles que nos podamos encontrar. De ahí que en este vídeo, podamos ver cómo también hay ladrones pillados por perros. No importa si son de raza más o menos grande, ya que todos ellos intentan no dejar escapar al que ha hecho el mal.
Sabemos que estamos en buenas manos y que cuando se huelen algo, son los primeros en decirlo. Claro que a su manera, pero aún así es un manera que todos entendemos. De ahí que muchos también ataquen a todos aquellos que hacen el mal o que van a poner en peligro la vida o las pertenencias de sus dueños. Parece que los animales lo tienen muy claro.
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Robos en las tiendas
Si por la calle los hay, en las tiendas o bancos todavía mucho peor. Parece que los ladrones pillados tampoco han tenido un buen día en ninguno de estos lugares. Porque aunque lo han intentado, no consiguieron reunir el botín que esperaban. Uno de ellos entró a una tienda de telefonía y a cara descubierta. Se adentró por los pasillos pero terminó en uno que no tenía salida. Derribó una puerta, pero para su desgracia, tampoco daba a la calle.
Claro que hay otros que llegan a las joyerías o a los bancos sin haber pensado antes. Los cuchillos o las hachas son armas que pueden causar daños bastante graves. Pero otras veces no siempre termina de mala manera. Todavía hay personas que se enfrentan a estos ladrones para poner fin a tal momento. Tal y como podemos comprobar, también hay finales felices y no se trata de una película.
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Cajero automático
Parece que los cajeros automáticos eran el punto de mira de estos ladrones. Todos ellos parecían tener bien pensada la escena y es que iban provistos gorros y bufandas para no ser captados por ningún tipo de cámara indiscreta, como la que los grabó. Estuvieron un buen rato intentando volar el cajero, pero cuando parecía que lo habían conseguido, algo hizo que se retiraran corriendo.
La policía llegaba, es más, estaba ya colocada con sus coches en el callejón y otros agentes se dispusieron a perseguirnos corriendo tras ellos. Así que, todos los intentos que llevaron a cabo fueron nulos para los ladrones, quienes fueron pillados in fraganti por los agentes de la ley. Parece que en este caso no se llegaron a llevar nada y que para otro robo, seguro que se lo piensan dos veces.
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Ladrones sin ideas
Lo peor de todo son los fallos tan grandes que hacen que los ladrones pillados, no sepan ni qué hacer. Para comenzar, está claro que ninguno de ellos tendría que dar los sustos que dan, ni cometer los atracos que pueden salir muy mal parados. Pero es que en este caso, se nota que son ellos mismos los que se echan a la calle pero sin haber pensado en un plan más allá.
No hay más que ver cómo uno de ellos, robando en una tienda, deja la escopeta sobre el mostrador. Algo que ya da pie al encargado a pillar en sus manos y a poder dispararle. Otro de ellos, también fue pillado por las cámaras e intentaba salir sin éxito. Más que nada porque empujaba la puerta como si no hubiera un mañana, sin saber que la puerta se abriría hacia dentro y no hacia fuera.
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Pillado robando en casa
Parece que este joven sabe mentir muy bien. La policía lo descubre intentando entrar en un local y a partir de ahí ya se va desmontando toda su trama. Más que nada porque también se le encuentran unas llaves pero él dice que había salido a pasear el perro. Por lo que tras varias preguntas y especulaciones, la policía tiene que comprobar la veracidad de sus palabras.
Se le ocurre decir que sí son de su casa y que su madre está dentro. Por lo que no habrá problema para que le pueda abrir a la policía. Pero lo que además añade es que la mujer tiene problemas para dormir y se está tomando un tratamiento. Desde luego, nada de lo que diga puede hacer que los agentes cambien de parecer y que intenten llegar hasta el fondo de una cuestión como ésta.
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Ladrones en el metro
Las zonas con aglomeración de gente son uno de los mejores sitios para que los robos se sucedan. Siempre hay que tener mucho cuidado y llevar las pertenencias siempre a ojo. Es por ello que las personas que llevan sus mochilas en la espalda, pueden sufrir de percances como el que se relata en el vídeo. Un par de jóvenes roban a otra mientras esta última se disponía a subir al metro rodeada de más gente que ni se da cuenta.
Menos mal que unos policías ya venían siguiendo los pasos de los ladrones. Supieron que iban a seguir actuando. Tan solo les hace falta unos minutos de despiste para conseguir su botín, que no suele ser otro sino los monederos. Claro que además, si caen algunos teléfonos u otras cosas de valor, pues seguro que también las aceptarán.
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Robo con fuerza
Cuando se emplea la violencia, no podemos hablar de hurto, sino de robo con fuerza. Esto es lo que nos indica el vídeo superior. Pero todo ello es porque el ladrón también ha sido pillado. Claro que algo tiene que decir en su defensa, aunque sea un poco complicado en ocasiones.
Mientras los agentes lo cachean, él se dedica a decir que él no roba con fuerza, que hace hurtos. Aunque esto fuera así, tampoco es la excusa que les sirva a los policías. Las cámaras de seguridad han grabado los momentos precisos en los que ha sucedido dichos actos.
