A ver, llego el verano el sol y el sabor; es momento de aprovechar al máximo la buena compañía de amigos, familia y de nuestra pareja. Al momento de compartir es casi una tradición preparar una buena parrilla y compartir unas gambas al ajillo con unas cervezas frías o una tradicional sangría.
Hace unos días te contaba los trucos para hacer una barbacoa de pescado perfecta; en la que el pescado quedará tan rico, que hasta el mismísimo Rey Neptuno querría saber como lo lograste. En esta ocasión quiero compartirte los mejores trucos para que hagas a la parrilla unas gambas espectaculares.
Las gambas a la parrilla resultan supremamente deliciosas, su sabor ahumadito y su textura nos encantan. Sin embargo muchas veces olvidamos u obviamos algunos pasos y resultan unas gambas secas, chiclosas o peor aún ni las podemos degustar bien porque la mayor parte de ellas quedó pegada a la parrilla.
Pero nada de qué preocuparse veamos como evitar que no nos queden como queremos, porque ¡hey!, en la parrilla los expertos seremos nosotros.
Gambas a la parrilla, los trucos infalibles
Cuando hacemos una parrilla de mariscos terminamos dándonos el mega gustazo y generalmente las preparamos con unos buenos langostinos o gambas que resultan deliciosas en todas sus presentaciones. Así que si te están asaltando las ganas de comerte algo especial y sumamente divino, repasemos estos útiles consejos que no puedes pasarte por alto.
El tamaño de las gambas importa
Selecciona las gambas más grandes que puedas, las de tamaño muy pequeño terminaran quedando muy secas y no serán agradables al paladar. Lo realmente rico a la hora de escoger gambas en lugar de langostinos, es el tamaño de un solo bocado que tienen estas.
Cuando estamos entre amigos disfrutando unos tragos y riendo a carcajadas disfrutando del sol veraniego, comer unos aperitivos del tamaño justo en un solo bocado es mucho mejor realmente, así que elige gambas del tamaño correcto y lo disfrutarás mucho más.
Pelarlos o no pelarlos, he ahí el dilema
Algunos te dirán que no los peles, otros te dirán que lo mejor es pelarlos; ahora bien, usemos un poco el sentido común y veamos las ventajas y desventajas de ambas formas de presentación.
Si no los pelas, serán más difíciles de comer… A ver, como te comentaba antes: imagina estar compartiendo con amigos y a la hora del bocado tener que parar y ponerte a pelar la gamba… De seguro no te agrada para nada ese paisaje. Sin embargo, llevar las gambas a la parrilla con su piel tiene sus ventajas, sobre todo con relación a la conservación de sus jugos internos. Cocinándolas con piel quedarán mucho más jugosas.
Veamos las ventajas de pelarlos: Llevar las gambas a la parrilla completamente limpias requerirá de un poco más de tu atención. Deberás cuidar que no se cocinen por mayor tiempo del necesario para que no se sequen.
La mayor ventaja de cocinarlas peladas es que definitivamente serán más fáciles de comer. Las puedes insertar en brochetas o servirlas sobre platos y el comensal puede disfrutarlas directamente sin tener que pelarlas.
Lo mejor para marinar las gambas
Para marinar las gambas, lo más acertado es usar partes iguales de limón y aceite de oliva virgen extra, a esta mezcla puedes añadirle las especies de tu preferencia e impulsar un sabor increíblemente bueno. Si deseas puedes usar también mantequilla derretida con ajo picado y unas gotas de limón, el resultado será de locura.
Si bien existen muchas maneras de marinar a las gambas para hacerlas a la parrilla, cuando añades un toque cítrico no solo le sumas sabor, sino que también el ácido presente dará como resultado una proteína más tierna y jugosita.
Prepararlas en brocheta, ¿Es en realidad la mejor opción?
Si no tienes palitos para hacer las brochetas no pasa nada; sin embargo, presentarlas tipo pinchos tiene sus ventajas, son más fáciles de comer y si usaste las gambas peladas será una excelente opción, ya que los invitados podrán disfrutarlas directamente sin mucha traba. Así mismo serán más fáciles de manejar y voltear para que lleguen a su punto justo sin pasarse de cocción.
De hacerlas en brochetas, recuerda mojar muy bien los palitos de madera antes de ensartarlas, de este modo evitarás que se peguen al mismo. También recuerda ensartarlas evitando hacerlo por el medio, donde está la curvatura. Lo mejor es introducir el palillo atravesando la parte cercana a la cabeza y la cola.
Cómo evitar que las gambas se peguen a la parrilla
Una parrilla limpia es el primer punto que debes tener en orden. Si la parrilla tiene restos de otros alimentos previamente preparados, será muy fácil que las gambas o lo que coloques sobre ella termine pegado.
El ingrediente que debes poner para evitar por completo lo desagradable de tener que ver una deliciosa gamba allí pegada y no poder hacer nada para salvarla, es la materia grasa. Si usaste una marinada con aceite de oliva o mantequilla ya tienes medio cielo ganado, solo asegúrate de darle unos brochazos a las gambas mientras se cocinan y quedarán en perfecto estado.
Temperatura perfecta = Gambas perfectas
Definitivamente el mejor de los trucos cuando de hacer una parrillada se trata es dejar que la parrilla esté bien caliente. Para saber cuando está en su punto, simplemente coloca tu mano sobre la misma dejando unos 10 centímetros de separación entre esta y tu mano. Si transcurridos 6 a 8 segundos el calor te hace retirar la mano, es porque ya está suficientemente caliente.
Unta la parrilla con aceite de oliva virgen extra usando una brocha y coloca las gambas. Recuerda darles un brochazo de vez en cuando para que no se peguen. Dales 3 minutos de cocción por cada lado y verás como su color cambia y se ponen doraditas, en ese momento retíralas y sírvelas. ¡A disfrutar!
Acompaña tus espectaculares gambas a la parrilla con un rico aderezo o salsa. ¿Qué tal acompañarlas con una salsa de mango? Permite a tu imaginación volar y da a tus comidas combinaciones alucinantes.