Joan Laporta realmente ha tratado de hacer lo que mejor ha podido con el FC Barcelona. Una entidad que está en crisis no se explica en sí como ha podido recuperar un poco su oxígeno en este período de fichajes. Y aun cuando hayan sido las palancas económicas una de las grandes salvaciones del conjunto blaugrana, sin duda ha habido más gestión interna que por supuesto levantó al equipo. Aun así, los malos números siguen siendo su peor pesadilla, y de ahí derivan las pifias en este verano.
10El líder culé reconoce su metida de pata
Laporta, cuando tiene que bajar la cabeza, lo hace. Con estos dos fichajes ha reconocido que así como los tuvo cerca, ellos mismos se autosentenciaron.
Eran pujas que ganaban con todas las de la ley. Pero ya vemos que un club en crisis, que continúa en ese desorden interno, y que solo utiliza pequeñas curas para ese enorme mal, no verá la luz al final del túnel.
En un momento dado, el representante de Luis Díaz le había dado el visto bueno. No obstante, finalmente el presidente tuvo que irse a por el plan b que puso en apuros a Alemany.