La Dirección General de Tráfico (DGT) cada día es más estricta con lo que concierne a viajar con la mayor seguridad posible dentro de cada vehículo. Y eso también incluye a las mascotas, que se han convertido en un miembro más de la familia y, por lo tanto, de los viajes, sobre todo durante los meses de verano.
A medida que aumentan los perros con los que la gente convive, más precisas y detalladas son las normativas en relación a la manera de viajar de estos. Sin ir más lejos, dependiendo de su tamaño, es necesario tener en cuenta unos factores u otros.
2Todos en peligro
Es cierto que, años atrás, los perros viajaban de cualquier manera en los coches, sobre todo si había alguien para “echarle un ojo” en el asiento de atrás. Pero esos tiempos han quedado lejanos, y hoy la gente y, más aún, los responsables de la DGT, con conscientes de la amenaza de llevar un perro suelto.
Esto no es algo que afecte solo a las personas, sino también al propio animal. Por bueno y educado que esté el can, cualquier incidente de los muchos que se producen en carretera puede genera una reacción imprevista en el animal. Con todo lo que eso podría conllevar según el caso. Si un perro no va sujeto, también él puede herirse o algo peor si se produce un percance.