La Dirección General de Tráfico (DGT) cada día es más estricta con lo que concierne a viajar con la mayor seguridad posible dentro de cada vehículo. Y eso también incluye a las mascotas, que se han convertido en un miembro más de la familia y, por lo tanto, de los viajes, sobre todo durante los meses de verano.
A medida que aumentan los perros con los que la gente convive, más precisas y detalladas son las normativas en relación a la manera de viajar de estos. Sin ir más lejos, dependiendo de su tamaño, es necesario tener en cuenta unos factores u otros.
1Imposible de cualquier manera
Las mascotas en general, y en concreto los perros, no pueden ir de cualquier manera dentro de un coche. Por eso, su correcto transporte debe formar parte de la buena planificación cuando se emprenda un trayecto a cualquier parte, y más aún en muchos de los largos recorridos que se llevan a cabo en verano, para irse a la playa, al pueblo o donde sea.
Los perros, por lo tanto, deben de ir sujetos y asegurados, para garantizar que no suponen una distracción para la persona que va al volante, convirtiéndose así es un peligro para la gente del coche en el que viaja, y para otros usuarios de la carretera también.