Con la finalidad de ahorrar tiempos de cocción o para tener comida lista para llevar a la hora de salir de casa, hoy en día es habitual congelar los alimentos que nos sobran. Cuando se prepara paella para una buena cantidad de comensales, es probable que quede un poco o decidas guardarla para llevar en vianda al trabajo o comer en otro momento sin tener que hacerla desde cero.
Este plato típico es tan rico, que teniendo porciones en el congelador, podrás disfrutarlo cuando quieras sin ningún desperdicio. El proceso de congelamiento es el ideal para limitar el crecimiento y reproducción de bacterias en la paella, así como para tenerla fresca por una mayor cantidad de semanas.
Para disfrutar de este plato cuando quieras, lo más importante es conservarla de la forma correcta; por esta razón, si te queda caldosa debes seguir unos sencillos consejos que te garantizarán el éxito al momento de recalentarla; tanto así, que no se notará que ha sido congelada.
4No, no hace falta que deseches el caldo
Bien, seguramente te preguntarás que hacer una vez que hayas colado la paella y quizás atraviese por tu mente la idea de desechar el caldo, pero no, no lo hagas. El caldo de la paella estará perfecto para que disfrutes el plato tan caldoso como te gusta una vez que lo descongeles y recalientes.
Coloca en un envase hermético el caldo que colaste y en otro envase conserva el arroz. De esta manera, el grano se mantendrá suelto y no correrás el riesgo de que la paella quede empelotada una vez que decidas recalentarla.
Es muy importante que solo tapes los envases y los guardes en el congelador, una vez que se encuentren completamente a temperatura ambiente. Con relación al arroz, guárdalo en porciones no mayores a los 200 gramos, así evitarás las fluctuaciones de temperatura y el crecimiento bacteriano cada vez que decidas sacar un poco.