El Papa ha llamado al «diálogo» y ha pedido «paz» para Sri Lanka donde la interrupción del suministro de alimentos básicos ha desencadenado una crisis social y política que ha acabado con la dimisión y huida de su presidente.
«Queridos hermanos y hermanas, me uno a vosotros en la oración e insto a todas las partes a buscar una solución pacífica a la crisis actual, en favor, sobre todo, de los más pobres, respetando los derechos de todos. Me uno a los líderes religiosos para implorar a todos que se abstengan de toda forma de violencia y que inicien un proceso de diálogo por el bien común», ha reclamado el pontífice.
Del mismo modo, ha manifestado su «cercanía» hacia el pueblo ucraniano, «que recibe cada día una lluvia de misiles».
Francisco ha vuelto a hablar de Ucrania como «una tierra de martirio» y se ha preguntado: «¿Cómo no entender que la guerra sólo crea destrucción y muerte, alienando a los pueblos, matando la verdad y el diálogo?».
Así, ha pedido oraciones para que «todos los actores internacionales trabajen realmente para reanudar las negociaciones, y no para alimentar el sinsentido de la guerra».
El Papa, de 85 años, también ha hablado del viaje a Canadá que realizará a Canadá del 25 al 30 de julio y que ha definido como una «peregrinación penitencial».
Está previsto que el Papa se reúna con los supervivientes de los internados para aborígenes gestionados en su mayoría por las Iglesia Católica. Francisco viajará a la ciudad de Edmonton el próximo domingo, y también hará escala en Quebec e Iqaluit.
Finalmente ha pedido a los fieles que aprovechen las vacaciones para detenerse y «escuchar a Jesús». Y ha concluido: «Hoy cuesta encontrar tiempo libre para meditar. Es el momento de abrir el Evangelio y leerlo sin prisa. Si salimos de casa teniendo en la mente la palabra de Jesús actuaremos según el Señor quiere».