Cuando hablamos de los programas de televisión que más leña para cortar han dado, a todos se nos viene a la mente Gran Hermano. Este suceso televisivo, no solo en España, sino en el mundo entero, nos ha entregado algunos de los personajes más representativos de la pantalla chica. Algunos especialistas y sociólogos se animan a decir que la fama de este tipo de realitys se debe a que son un reflejo de nuestra sociedad.
Sin embargo, como todo sube, también debe bajar. Este es el caso de Juanjo Mateo, quien se alzó como el ganador de la sexta edición de Gran Hermano y su vida cambió completamente. En este artículo te contaremos que fue de la vida de una de las máximas estrellas que arrojó el programa.
7La vida por fuera de la fama
Además, agregó que “yo no he sido un juguete roto como otros porque tengo una familia estupenda, y ser empresario me ha ayudado. Muchos me piden que les firme un autógrafo en el recibo o hacerse una foto conmigo. Los que creen que trabajar en el taxi tras Gran Hermano es un fracaso son minoría”. Tal y como estaba estipulado en su contrato, luego de dejar la casa de Gran Hermano, Juanjo debió realizar distintas visitas obligadas a los platós de televisión. A pesar de su éxito en la televisión, decidió volver a su tierra natal para seguir con su adorado taxi.