Los cambios de aires laborales no siempre son bien aceptados en televisión. La pequeña pantalla parece no tener memoria cuando uno de los trabajadores que forma parte de una cadena decide emprender una nueva aventura profesional. En la competencia, claro está. Algo que no todo el mundo ve con buenos ojos, al menos de puertas para fuera.
Este ha sido el caso de la presentadora Sonsoles Ónega, que recientemente decidió cambiar los platos de la que hasta el momento había sido su casa, Mediaset, por el desafío de empezar a formar parte de Atresmedia. Una situación que además se produce al tiempo que Antena 3 ha conseguido superar finalmente en audiencia a Telecinco, una situación que puede provocar que los cuchillos de la pequeña pantalla vuelen como nunca.
1Se hizo el silencio
¿Qué suele pasar cuando un presentador que ha tenido reconocimiento en un canal se marcha para irse a una empresa rival? La mayoría de las veces nada, en todos los sentidos. Es decir, que desaparece por completo. Tal y como si nunca hubiese existido. Hay que suponer que es una de las maneras que tienen las productoras de hacer borrón y cuenta nueva, y así no dar más promoción al asunto, lo cual podría ser perjudicial para sus intereses.
Con Sonsoles Ónega ha sucedido precisamente eso, Mediaset ha olvidado muy rápidamente a su compañera, que llevaba mucho tiempo empleada para ellos. ¿Normal? Quizá, pero parece que no todo el mundo ha actuado de la misma manera.