Buenaventura no es un nombre que sea muy común en España, aunque debido a la costumbre de bautizar a los bebés con el nombre de los santos que correspondían al santoral del día de su nacimiento, es bastante probable que existan unos cuantos caballeros que hayan sido bautizados con ese nombre. A San Buenaventura se le conoce por ser el segundo fundador de la Orden de Frailes Medicantes de San Francisco, y fue nombrado ‘Doctor Seráfico’ por la Iglesia Católica.
San Buenaventura
Después de la importancia que tuvo San Francisco para la fundación de la Orden de los Frailes Mendicantes, San Buenaventura tuvo la enorme tarea de fundar por segunda vez esta organización eclesiástica. Fue nombrado ‘Doctor Seráfico’ debido a los escritos que dejó y que estaban lleno de fe y de amor por Cristo. Fue un santo que resultó ser particularmente hábil en la conformación de oraciones, como lo reconoció la propia Iglesia Católica, gracias a todo lo que pudo aportar a los métodos que se empleaban para enseñar la teología dentro de la Universidad de París.
San Buenaventura fue discípulo de Alejandro de Hales, y en el año 1257 se le nombró superior general de la Orden de los Frailes Mayores. Años después, San Buenaventura empezó a escribir su obra en la que relata las vivencias de San Francisco de Asís, llegando a dirigir la Orden por un período de 17 años, y por esa razón se le llegó a considerar como el segundo fundador de la misma, gracias al dilatado tiempo que fue su figura principal y las importantes actividades en pro de las enseñanzas de Jesús que llevó a cabo. Llegado el año 1273, se le nombró cardenal Obispo de Albano, por el entonces papa, el beato Gregorio X, pero fue el papa Sixto V quien le dio el título de doctor de la Iglesia el día 14 de julio de 1588.
Beata Ana María de Javouhey
Aún sigue siendo beata, pero la Beata Ana María de Javouhey fue la religiosa que se decidió a fundar la Congregación de las Hermanas de San José de Cluny, en la que todas sus hermanas en la fe, e incluso ella misma, se dedicaron al cuidado de los enfermos menos favorecidos y a las enseñanzas de la formación cristiana a las niñas, labor que aún se continúa a día de hoy.
Pero, como son más de 10.000 los santos y beatos que conforman el Santoral Católico, cada día del año se conmemoran las vidas, las enseñanzas y las obras de muchos hombres y mujeres que fueron tan importantes para la expansión del cristianismo en el mundo, y su organización, por lo que además de San Buenaventura y de la Beata Ana María de Javouhey, el 15 de julio también rendimos honores a San Pompilio María Pirotti, quien fue in sacerdote que tuvo una trayectoria religiosa bastante importante dentro la Orden de los Clérgos Regulares de las Escuelas Pías, llegando a forjarse una gran reputación como un predicador bastante conocido, así como recordamos a San Abudemio de Ténedo, San Andrés Nguyên Kim Thông Nam, San Ansuero y compañeros, San Atanasio de Nápoles, San Catulino y compañeros, San David de Suecia, San Felipe de Alejandríay diez niños mártires, San Félix de Tibiuca, San Gumberto de Ansbach, San Jacobo de Nísibe, San José de Tesalónica, San Pedro Nguyên Bá Tuân, San Plequelmo de Roermond, San Vladimiro Basilio, Beato Antonio Beszta- Borowski, Beato Bernardo de Montcallier, Beato Ceslas de Cracovia, Beato Ignacio de Acebedo y compañeros y Beato Miguel Bernardo Marchand.