El verano ha comenzado de manera oficial y la temporada de comer sardinas con más ganas se apresura hasta la puerta de tu cocina; ahora bien, si te gusta este pescado, pero no soportas el olor que impregna en tu casa, tienes que conocer estas dos recetas, con las cuales podrás darte el gustazo de la vida comiendo este pescado azul, sin ningún miedo a su olor.
3Comienza limpiando el pescado
Si en la pescadería te han dejado bien limpias las sardinas, tienes un paso adelantado; sin embargo, será necesario lavarlas con agua fría para dejarlas perfectas. En caso de que no las hayan dejado limpias, puedes hacer este paso más rápido de lo que piensas.
Coloca las sardinas en agua muy fría, sácalas del agua, córtales la cabeza y con la ayuda de tus dedos destripa completamente dejando vacía la cavidad abdominal. Termina de abrir y retira el espinazo, el cual saldrá muy rápido y fácil. En cuanto estén limpias, sécalas muy bien y estarán listas para prepararlas.