Antes de comenzar Wimbledon 2022 el torneo ya estaba metido en tremendo lío. La organización del tercer Grand Slams del año -que se juega sobre hierba-, tomó la decisión de no repartir puntos para el ranking mundial y, aparte de eso, le dio un duro mazazo a los tenistas rusos y bielorrusos, quienes fueron automáticamente descalificados de la cita londinense. Ahora, el torneo más prestigioso del calendario de la ATP y WTA, tiene que pagar las consecuencias de sus medidas unilaterales, las cuales fueron netamente políticas y van en virtud de lo que quiso imponer el Gobierno británico en el referido evento mundial.
7El primer abono es de 700.000 euros
La recaudación de Wimbledon es de las mejores del circuito, y les da como para limpiar su nombre ante una multa.
Sin embargo, esos 700.000 euros que tendrán que abonar como primera cuota es más que suficiente como para decirles a los ingleses que ellos no son los que hacen el tenis. Y que han de respetar, primordialmente a los jugadores y a los hinchas. Un monto debe cancelarlo el Grand Slam y la Federación de ese país.
Posteriormente, para quedar a salvo, deberán abonar un total de 240.000 euros. Les saldrá cara esa mala jugada, que en sí llevó a que el evento sea considerado un «gran circo». Y es algo que sorprende de un torneo que históricamente ha sido impecable.