Debo confesar que como amante que soy de los animales, descubrir que en España se llegó a consumir gato en algún momento de su historia, me erizo la piel. Bien es conocido el dicho: Que no te metan gato por liebre, y de hecho, todo demuestra que de la caza y preparación de esos felinos, surgió el mismo.
Hablamos de épocas en las que la guerra y el hambre golpearon duramente a las familias, razón por la cual, sobrevivir con lo que había y ofrecía el entorno inmediato, se volvía una verdadera necesidad. Te invito a conocer esta polémica receta que fue sacada del baúl de los recuerdos hace algunos días y una que otra curiosidad que te va a poner los vellos de punta.
2El consumo de carne de gato en Europa
En varias regiones de Europa, el consumo de carne de gato era común durante la época medieval. La primera referencia histórica que se tiene del consumo de la carne de este animal, es exactamente de mediados del siglo XV. En su libro Llibre del Coch, Ruperto de Nola, cocinero mayor del rey Fernando, incluía la receta “Gato como se quiere comer”. Esta receta aparece publicada en ediciones de 1525; sin embargo, fue eliminada posteriormente.
En Alemania, llegó a considerarse el consumo de carne de gato y otros animales, como completamente legal en 1940; y de hecho, esta se conocía para ese entonces como carne de “conejo de techo”, la cual era considerada como muy parecida al conejo, pero más dulce y dura.
Con el transcurrir del tiempo, y superadas las condiciones adversas que llevaron a muchos países a adaptar su alimentación de manera urgente, todo volvió a la normalidad, y gatos, perros y otros animales, pasaron a ser tratados en Europa, tal como se conoce en nuestros días.