Existen combinaciones de sabores que resultan una apuesta segura para cualquier ocasión. Las costillas con miel y mostaza son una auténtica delicia, pero además cuentan con otra gran ventaja: resultan sencillas de preparar, y no ocupan demasiado tiempo. Incluso se puede atender a otros asuntos mientras se cocinan en el horno.
A continuación te contamos cómo deben prepararse para que queden realmente increíbles. Así podrás disfrutar de una comida fantástica ideal para celebrar este verano con tu familia o amigos.
4Mezclar todo bien
A continuación hay que llevar a cabo una de las partes más importantes de la receta, que consiste, básicamente, en mezclar bien algunos de sus ingredientes imprescindibles. Lo primero es coger un recipiente (un bol, por ejemplo) en el que introducir la miel, el aceite y la mostaza.
Las proporciones dependen de cada tipo de cocinero que haga el plato, pero lo normal suele ser optar por dos buenas cucharadas soperas de miel, la misma cantidad de aceite de oliva y una cucharada sopera de mostaza. Por último, hay que remover la mezcla hasta que quede lo más homogénea posible.