Durante el verano los sabores tropicales marcan la tendencia y los postres de sabor exótico marcan la pauta. El carpaccio de piña es uno de esos que no sacarás de tu cabeza hasta que lo hagas; y una vez que lo degustes, querrás comerlo todo el tiempo.
Este es un postre delicado, fácil de hacer, de delicioso sabor, aroma y dulzor, que es perfecto, así nunca hayas pisado una cocina. Anímate a prepararlo y redescubre el sabor de un postre que tiene como protagonista una fruta que está de vicio.
6Arma el carpaccio
Al momento de armar el carpaccio de piña, hay quienes deciden retirar con cuidado el corazón de la piña, que es el círculo que se encuentra justo en el centro.
Sin embargo, no es recomendado quitar el círculo central de la piña, puesto que este contribuye a dar estabilidad a la rebanada. Si utilizas una piña madura y de calidad, este centro no será excesivamente duro.
Toma un plato o fuente y coloca las rebanadas delgadas de piña, distribuyéndolas en forma circular; de este modo, quedará un carpaccio perfecto. Evita amontonarlas, y déjalas tal como si estuvieses armando uno de carne o pescado.