Muchos piensan que freír un huevo frito es lo más fácil del mundo… antes de cocinar el primero. Una vez que se ponen frente a la sartén se dan cuenta que un huevo lo puede freír cualquiera, pero que un buen huevo frito se nota cuándo se hace con conocimiento de causa. Así, muchas veces caemos en errores de novatos que estropean cualquier intento que hagamos de prepararnos este plato.
Pero esto no es lo peor acerca del desconocimiento sobre el huevo frito y cómo consumirlo. Muchas veces, al ir a prepararlo, olvidamos una serie de condicionantes que pueden acabar provocando un deterioro en nuestro estado físico. Sufrir una intoxicación alimentaria es más habitual de lo que crees, y suelen producirse tras la ingesta de alimentos como el huevo o la carne picada. Solo en Estados Unidos, los huevos contaminados con salmonella podrían ser causantes de hasta 79.000 casos al año y de unas treinta muertes, de ahí las especiales precauciones que hay que tomar con estos alimentos.
5EXTREMAR LAS PRECAUCIONES EN VERANO
En verano se recomienda extremar las precauciones con alimentos a base de huevo para evitar la salmonelosis, una de las enfermedades de transmisión alimentaria que más se registran en verano. De hecho, algunas organizaciones nos recomiendan que seamos más severos con el consumo de alimentos de este tipo y nos recomiendan que nunca se dejen sin refrigerar más de una hora, especialmente si las temperaturas superan los 32 grados.
«Las épocas calurosas son las que entrañan más riesgo de contraer estas afecciones, por lo que se hace necesario tomar precauciones al adquirir, transportar, almacenar y preparar los alimentos para su consumo», comentaba el director general de Salud Pública y Adicciones de Murcia, José Carlos Vicente.