En algunos procedimientos administrativos, la parte más tediosa es la cumplimentación de formularios y la presentación de documentación. En algunos casos, esta última tarea cuenta con un problema añadido, el idioma, ya que si nuestra documentación no está escrita en la lengua oficial del organismo en el que se presenta, puede suponer un problema, ya que puede ser considerada como no apta para la solicitud o el proceso para el que se presenta.
En ese caso, es necesaria la traducción del documento con un soporte legal, es decir, con una empresa especializada, como es el caso de la agencia de traducción Between Traducciones, que cuenta con expertos en traducción jurada.
Veamos a continuación varios aspectos a tener en cuenta sobre la traducción jurada y su necesidad.
Qué es la traducción jurada
Como ya se ha adelantado, la traducción jurada es la traducción oficial de documentación con el fin de presentar dicha documentación ante procesos administrativos o legales que precisen la adaptación a un idioma concreto.
En España, el personal avalado como traductor jurado es nombrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y la Unión Europea de Cooperación. Esta titulación habilita al profesional para realizar la traducción entre el español y la lengua o las lenguas para las que haya sido habilitado. La concesión de dicho título se contempla en el capítulo II del Reglamento de la Oficina de Interpretación de Lenguas del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, en el Real Decreto 2002/2009 del 23 de diciembre.
Para qué sirve y quién puede necesitar la traducción jurada de documentos
Esta tarea puede ser necesaria entre las lenguas cooficiales de Cataluña, Galicia y el País Vasco, es decir, el catalán, el gallego y el vasco. Se solicitarán los servicios cuando el documento se presente en un organismo de la Administración Pública que gestione estas lenguas, o bien, en el extranjero, a su lengua oficial.
Entre los servicios que ofrece un traductor jurado se encuentra la traducción de documentación judicial (desde las pruebas y las demandas, hasta las sentencias y las resoluciones), certificados de Administración Pública (como los certificados de matrimonio, de defunción, de antecedentes penales, de delitos sexuales, de empadronamiento, etcétera), documentación académica (como títulos universitarios, de bachillerato o de otros niveles de estudios, expedientes académicos, u otros estudios, como titulaciones de idiomas, de doctorado, etcétera), documentos de carácter jurídico (como un poder notarial, las escrituras de un inmueble, contratos, testamentos, etcétera) y otros documentos, como los permisos de conducción, patentes, libros de familia o certificados médicos, entre otros.
Debido a la amplitud de naturaleza de los documentos mencionados, debemos tener en cuenta que el traductor jurado que lleve a cabo la traducción de nuestro documento sea especialista en ese campo, ya que los requisitos para realizar correctamente una traducción radican desde el control del idioma y su gramática, hasta el uso de un vocabulario técnico y específico sobre la materia. Además, dado el amplio conocimiento del idioma que tienen estos profesionales, otro de los servicios que ofrecen con frecuencia, es la corrección y adecuación de textos, tanto desde el punto de vista de la corrección de estilo, como de la corrección ortotipográfica y la corrección gramatical.
Todas las traducciones juradas cumplen con unas características que las avalan como una traducción oficial. Cada página debe incluir el sello y la firma del traductor jurado que ha realizado la traducción. Al final del documento traducido se debe dejar constancia del nombre del traductor, idioma al que se traduce, e idioma original del documento inicial, así como la fecha en la que se firma dicha declaración y el lugar donde se lleva a cabo.
Por estos motivos, en estos casos deberás acceder a los servicios de traducción jurada de un equipo de especialistas avalados, pues así podrás llevar a cabo tus trámites sin problemas ni trabas de ninguna administración.