Hay muchas personas que no han podido dejar un feo hábito infantil que consiste en morderse las uñas, especialmente cuando se encuentran sometidos a situaciones muy agobiantes o que les producen un nivel elevado de estrés, pero el problema es que este hábito hace que nuestras manos luzcan desprolijas y poco atractivas, por no decir feas en casos extremos, de manera que es necesario que dejemos definitivamente esta costumbre.