Especias, fuego, un gran plato, sal y de pronto al probar, el gran desastre: se te ha ido la mano y terminas con una comida más salada que las aguas del mar muerto. Ante esta experiencia suele surgir la desesperación de forma inmediata y lo primero que viene a la cabeza es pensar que se ha perdido todo; sin embargo, no llores aún, pues hay maneras de rescatar el plato y aquí te contaremos algunos trucos para el rescate final del plato.
9Usa el zumo de tomate como aliado para eliminar el exceso de sal
En los casos de guisos y salsas en las que el tomate es el protagonista, puedes usar el mismo para corregir el exceso de sal.
Toma un tomate, pélalo rápidamente, tritúralo muy bien y añádelo a la comida junto a un poco de agua. Esto enriquecerá la salsa y también pondrá la sal en su punto.