Especias, fuego, un gran plato, sal y de pronto al probar, el gran desastre: se te ha ido la mano y terminas con una comida más salada que las aguas del mar muerto. Ante esta experiencia suele surgir la desesperación de forma inmediata y lo primero que viene a la cabeza es pensar que se ha perdido todo; sin embargo, no llores aún, pues hay maneras de rescatar el plato y aquí te contaremos algunos trucos para el rescate final del plato.
5Agua para disminuir la concentración de sal
Por años, usar agua para eliminar el exceso de agua ha sido una de las opciones más utilizadas y a la hora de un plato excesivamente salado, definitivamente el vital líquido puede marcar la diferencia.
Si estás preparando una sopa, estofado o guiso, retira una parte de la salsa y añade un poco de agua en su lugar. Verás como de forma inmediata eliminas la sal excedente. Debes tener cuidado y no añadir un exceso de esta para evitar un resultado desabrido.
Un truco es añadir además de agua para reemplazar una parte del caldo salado, algunas especias o hierbas, las cuales mantendrán el sabor y aroma intacto, pero sin el exceso de sal.