Especias, fuego, un gran plato, sal y de pronto al probar, el gran desastre: se te ha ido la mano y terminas con una comida más salada que las aguas del mar muerto. Ante esta experiencia suele surgir la desesperación de forma inmediata y lo primero que viene a la cabeza es pensar que se ha perdido todo; sin embargo, no llores aún, pues hay maneras de rescatar el plato y aquí te contaremos algunos trucos para el rescate final del plato.
4Maicena para quitar la sal del plato
Así como el almidón de la patata es eficiente para absorber el exceso de sal, la maicena, también conocida como almidón de maíz, es perfecta para dejar el plato con un sabor más equilibrado.
La maicena está recomendada en los casos de salsas y guisos. Añade una cucharadita en un poquito de agua, dilúyela bien y añade. Debes evitar utilizar una cantidad elevada de maicena, puesto que la misma actúa como espesante y hará que el guiso o salsa quede denso si te excedes.
