La ensaladilla rusa es un plato que causa devoción. Fanáticos de este plato los hay a miles repartidos por la geografía española, de ahí que hayan surgido una infinidad de versiones de esta apreciada receta. En una de ellas la mayonesa, uno de sus ingredientes básicos, se sustituye por otro que cumple a la perfección su cometido, y esta es la sana versión de la que hoy daremos cuenta.
Con este cambio se logra tener una receta mucho más saludable, sin las grasas y calorías que aporta el huevo de la mayonesa. Así conseguirás disfrutar de un sabroso plato de ensaladilla rusa fresquita este verano sin pensar en las posibles consecuencias para tu salud.
5LACTONESA, SÍ, PERO SOLO LA NECESARIA
Haz la cantidad suficiente, eso sí, porque igual de mala es una ensaladilla rusa con poca mayonesa –o lactonesa, en este caso-, que una con demasiada. Es importante que todos los ingredientes queden bien impregnados con ella, pero sin que haya exceso. Por eso, debes ir agregando poco a poco para no pasarte a la hora de realizar la mezcla.
Recuerda también, a la hora de preparar tu lactonesa, que no es recomendable un aceite con demasiado sabor. Cuanto más suave sea, mejor quedará ‘el invento’. Y si no quieres que tu lactonesa acabe aguada recuerda cocer tus patatas con la piel, eso impedirá que suelten ese desagradable agua sobrante que casi siempre estropea tu plato.