Habían altas expectativas respecto a la posible candidatura de España para los Juegos de Invierno de 2030. En el país se estaban preparando con todos los hierros con el fin de oficializar su postulación, la cual les permitiría luchar por ser sede del máximo evento mundial en cuanto a nieve se refiere. Lo cierto es que, los líos se han hecho notar en los últimos meses y esto, por supuesto, ha perjudicado la no presencia de esta nación de cara a la elección del país anfitrión. De hecho, ya se sabe el motivo real de este decline, más allá de toda la politización que ha habido en este sentido.
5Una gran oportunidad perdida para el territorio
Hay muchos perjudicados en esta decisión. No solamente es una contra para España y para el Comité Olímpico, sino también para el territorio de los Pirineos.
Se supone que, sería el epicentro de los Juegos de Invierno de 2030, el cual de ganar iba a ser una oportunidad de oro para impulsar aún más dichas tierras al dar cita a un evento de tal envergadura.
Pero una cosa es lo que se fija en líneas y otra muy distinta son las decisiones que toman los responsables. Allí el COE no ha podido hacer mucho que digamos.
